Lee Miller, de modelo a quitarse el barro de los campos de exterminio en la bañera de Adolf Hitler: una exposición y una película relatan su historia

Elizabeth Lee Miller, conocida como Lee Miller, comenzó su carrera como modelo de alta costura en los años 20. La estadounidense, nacida en Poughkeepsie, era tan bella que pocos confiaron en que pudiera ir a documentar los efectos de la Segunda Guerra Mundial para la revista 'Vogue'. Pero ella lo hizo.

Llegó incluso a fotografiarse en la bañera que utilizaba Adolf Hitler en su casa de Múnich. Ahora su hijo ha ido recuperando su trabajo para exhibirlo (como las más de 100 fotos que se exponen en FotoNostrum, Barcelona) y la actriz Kate Winslet la interpreta en el cine, en una película que llegará a España el 7 de marzo.

Lee Miller, fotogenia en la trinchera

Sabía posar, lo aprendió en sus días como modelo pero Lee Miller prefirió pasarse al otro lado con su cámara: "Una mujer con mucha fuerza, que no le gustaban las convenciones sociales de su época y decidió dejarlo todo para perseguir su sueño de crear arte", explica Leonor Fernandes, comisaria de la exposición 'Lee Miller: crónicas de guerra', en FotoNostrum. Primero eran fotos de moda, aunque sus inquietudes eran otras. Al estallar la Segunda Guerra Mundial tuvo claro su papel como corresponsal de guerra. 

En aquella época, como recoge la película 'Lee Miler', se solía decir: "No mandamos mujeres al frente". Pero ella cambió todo. "Es el momento en el que ella siente que la cámara es un arma para enseñar lo que está pasando en Europa", explica Antony Penrose, hijo de Lee Miller. Ella documentó los horrores de la guerra, la barbarie de los campos de concentración nazis y las represalias a las colaboracionistas. Sus fotos probaron que todo fue verdad. Ahora, como fiel guardián de esos 60.000 negativos desde hace años, aparece su hijo.

Un hecho muy importante es que la actriz británica de 49 años, Kate Winslet, recordamos, es impulsora reciente de su biografía: "Creo que Kate Winslet hace un retrato increíble de mi madre", sentencia Antony Penrose. Y es que su progenitora siempre tuvo una gran personalidad. Incluso para quitarse el barro de los campos de exterminio en la bañera de Hitler el mismo día que se suicidó. Genio para hacer de sus fotos, documento histórico y pieza de arte.

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