En los conflictos bélicos hay víctimas de las que poco se habla, mujeres que son usadas como arma de guerra: maltratadas y violadas por los soldados que actúan con toda impunidad. El documental 'Semillas de Kivu', nominado a los Premios Goya, relata el calvario por el que pasan estas mujeres que sufren las secuelas durante el resto de su vida.

Los cineastas Néstor López y Carlos Valle llegaron al Congo dispuestos a contar la historia de Denis Mukhewe, Nobel de la paz y médico en el hospital de Pansi. El hospital de Pansi se creó en 1999 en plena guerra, y fue viendo la realidad que ocurría allí lo que los obligó a cambiar el guión.

"La primera persona que tratamos no había venido para dar a luz, sino porque había sido violada con una extrema violencia. Nos dimos cuenta que las mujeres eran las verdaderas protagonistas, debían ser las verdaderas protagonistas de esta historia", nos cuenta la productora del documental, Pilar Sancho.

Son las protagonistas de Semillas de Kivu: menores de edad y mujeres de hasta de 90 años, usadas como arma de guerra en un conflicto bélico que dura ya 25 años. Son violadas de forma sistemática por las guerrillas para destruir el tejido social.

Delante de la cámara no solo pasan por el quirófano, sino también reflejan cómo reciben ayuda psicológica y emocional, que es fundamental para su reinserción. El que ellas vuelvan a la sociedad que las ha expulsado es un éxito y es la prueba de que son las semillas de Kibu. De ahí el título de este corto documental que no solo opta al Goya, también busca visibilizar un conflicto olvidado, poner la semilla.

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