El mundo del cine de animación está viviendo una auténtica edad de oro. Cada vez hay proyectos más arriesgados, usando diferentes técnicas de animación (ahí tenemos las películas de ‘Spider-Man: cruzando el multiverso’ o la serie de ‘Arcane’), y también dando espacio a países y estudios que puedan competir con el todopoderoso Hollywood o el anime japonés.
Y precisamente este estilo de animación es el que envuelve la película de ‘El artista de cristal’, dirigida por Usman Riaz, con un guión de Moya O’Shea. Pero lo interesante es que se trata del primer anime pakistaní de la historia. De hecho, la primera película de Pakistán animada tradicionalmente (es decir, a mano), llevada a cabo por Mano Animation Studios, primer estudio de animación tradicional de Pakistán.
“Las películas dibujadas a mano son una rareza. Eso se debe a que se trata de un trabajo muy intenso, además de que la animación CGI ha despegado por todo lo alto. Tanto el dibujo a mano como el CGI tienen sus propias complejidades, en ningún caso diré que la animación hecha a mano es más difícil. Simplemente es diferente”, explicó su director en una entrevista reciente, dejando claro por qué optaron por hacer una película con esta técnica. “Me encantan las películas de Studio Ghibli y los trabajos de antaño de Disney. Ambos fueron ENORMES inspiraciones para este proyecto”.
Con motivo de su estreno en España este pasado mes de noviembre, hemos tenido la oportunidad de charlar con su productor Manuel Cristóbal, ganador de cuatro Premios Goya a Mejor Película de Animación, o en el Festival Internacional de Annecy gracias a ‘Buñuel en el laberinto de las tortugas’. Cristóbal lleva años dedicado al mundo de la producción, y en los últimos años también lo ha compaginado con su trabajo como Asesor de Industrias Audiovisuales en la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid o, actualmente, como el director del Festival Europeo de Sevilla.
Manuel Cristóbal se embarcó en un proyecto complejo y difícil como es producir el primer anime pakistaní de la historia, y no fue un proceso fácil. De hecho, el proyecto ha tardado casi una década en terminarse. Y en el canal de Youtube de Mano Animation Studios, puede verse un documental dividido en doce mini-episodios que cuentan toda la historia detrás de un hito en el cine pakistaní.
Pregunta: ¿Cuáles son las mayores dificultades que has encontrado a la hora de producir una película pakistaní?
Respuesta: El proyecto es un empeño personal de su director pakistaní Usman Riaz. No solo supuso producir la película sino construir un estudio en Karachi para hacerlo. Eso supuso mucho trabajo, sí, pero un trabajo que mereció la pena y hecho por un equipo muy joven.
P: ¿Cómo surgió la colaboración con Usman Riaz?
R: Yo estudié en Reino Unido con gente de todo el mundo. Una de esas personas era mi amiga pakistaní Rashna Abdi y ella fue la que me llamó para hablarme del proyecto. Lo que creía que iba a ser una conversación rutinaria se convirtió finalmente en una película de la que estoy muy orgulloso de haber producido. Usman Riaz es de un entusiasmo contagioso y un gran trabajador como lo es también Khizer Riaz, productor de la película y otro gran profesional.
P: ¿Qué podemos encontrarnos en ‘El artista de cristal’?
R: Una historia de amor, magia y guerra. Un ‘Doctor Zhivago’ con toques pakistaníes y una carta de amor a la animación japonesa.
P: ¿En qué momento está la animación española? ¿Se sigue mirando al sector con condescendencia?
R: Veo que todo se ha centrado en atraer rodajes y parece que es mejor producir para fuera que hacer películas españolas. Se fomenta la atomización y se hacen demasiadas películas que no van a ningún lado, tanto en imagen real como en animación. Siguen faltando películas de animación familiar para el mercado internacional, pero hacer que esas películas sean españolas es muy complejo. Y, sobre todo, hacerlo es un riesgo a veces inasumible en nuestro país. Hay directores que, a no ser que una plataforma de streaming compre su película, no pueden permitirse hacer una película española.
P: Está habiendo un gran debate sobre la adaptación de películas de animación a acción real, como está pasando con ‘Cómo entrenar a tu dragón’. ¿Crees que estas decisiones hacen de menos al cine de animación? ¿Crees que la gente lo sigue viendo como algo menor?
R: Ver el trailer de imagen real de ‘Cómo entrenar tu dragón’ hace que te des cuenta de lo maravillosa que es la animación. [Hacer películas de acción real] es una decisión de alargar la vida de IP’s que, por ejemplo, a Disney le funcionaron en una época determinada pero que da películas muy inferiores a las originales en animación. Narrativamente la animación es lo más avanzado que hay y prueba de ellos son directores como Alberto Mielgo (director madrileño ganador de un Oscar al Mejor Corto de Animación con ‘El Limpiaparabrisas’).
P: ¿Qué película de animación te habría gustado producir de haber tenido la oportunidad?
R: Ninguna en especial. Hay algunas que he rechazado y que se han acabado haciendo, y que el guión era igual de malo en su estreno que cuando lo leí, por tanto ninguna pena de no haberlas hechos. Lo que sí tengo es una pequeña lista con películas que aún no he podido producir y que serían maravillosas en animación.
P: ‘El artista de cristal’ se ha comparado con el estilo de animación del Studio Ghibli, y tiene el espíritu de las obras de Miyazaki. ¿Fue uno de los referentes a la hora de crear la historia?
R: Obviamente esta es una carta de amor a Miyazaki y al Studio Ghibli de una nueva generación, y una prueba de que el anime es algo más que las películas que se hacen en Japón.
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