La mítica librería Sant Jordi de Barcelona cierra después de 40 años. Uno de los emblemas de la Ciudad Condal, que está en el corazón de todos los catalanes y ahora, tras la muerte de su dueño Josep, bajará la persiana para siempre.

El dueño de la librería falleció en este mes de diciembre y ahora se tiene la necesidad de vender todos sus libros cuanto antes. Para ello han realizado un llamamiento a todos sus clientes, han corrido la voz por todos los barrios de Barcelona y han conseguido un éxito inesperado: colas eternas en la puerta de esta histórica tienda de libros.

Cristina Riera, viuda del fallecido, no puede contener las lágrimas con la reacción de todos sus clientes: "Está siendo muy emocionante, ves mucho amor... es una demostración de que en esta librería se compartía vida, no eran solamente libros". Sobre su pareja Josep, ésta confiesa: "Yo lo conocí coo una clienta más hace 30 años, me enamoré de la atmósfera de esta librería y después me enamoré de él... pero primero me enamoré de esta librería".

El contrato de alquiler vence en febrero y los dueños del local no tienen intención de prorrogarlo. Una decisión que ha provocado que en Barcelona se corra la voz y todas las personas acudan en masa para comprar los últimos libros de este histórico lugar. "Es un negocio de toda la vida, están cerrando muchos negocios, no solo esta librería y me da mucha pena", declara una vecina del barrio.

Por último, Cristina Riera cuenta cómo avisaron a los clientes de la venta de libros y el deseo de Josep: "En realidad nosotros no hemos hecho nada, unas amigas empezaron a correr la voz y nos encontramos con la sorpresa. Es el mejor homenaje que se le podía hacer, el querría lo que estoy intentando, que fueran para la ciudad".

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