El mes de diciembre va a recordarse como uno de los más aciagos para la historia de nuestro cine. Porque con solo tres años de diferencia (y por muy pocos días) hemos tenido que lamentar la muerte de dos de nuestras grandes actrices. En 2021 nos dejó Verónica Forqué, y en este 2024, Marisa Paredes. Grandes pérdidas para el cine español de dos mujeres que marcaron nuestras historias durante tantas décadas. Dos actrices con métodos interpretativos radicalmente opuestos que los convirtieron en su seña de identidad.

Aunque separadas por 9 años (Forqué nació en 1955, y Paredes en 1946), tuvieron carreras repletas de paralelismos. Porque, aunque las dos comenzaran a trabajar con papeles secundarios pero de directores de prestigio (Forqué con Jaime de Armiñán en ‘Mi querida señorita’ y Paredes con Fernando Fernán-Gómez en ‘El mundo sigue’), la década de los 80 las marcó una colaboración de oro con Pedro Almodóvar.

La primera en trabajar con el director manchego fue Marisa Paredes en la surrealista y desbocada ‘Entre tinieblas’, en 1983. Y justo un año después llegaría ‘¿Qué he hecho yo para merecer esto?’, esta vez con Forqué. Cada una de ellas daba una interpretación totalmente diferente de lo que supone ser una chica Almodóvar. Forqué siempre fue más alocada, más divertida, más desenfrenada. Los papeles de Paredes fueron más sosegados, más profundos y más reflexivos. Al final, eran sus dos formas de entender el mundo de la interpretación.

Pero mientras que Verónica solo coincidió en tres ocasiones con el director, Paredes dobló en colaboraciones, participando en hasta seis películas. Muchas de ellas, de las más reconocidas de su filmografía. Pero nunca consiguió un premio Goya por ninguno de sus trabajos. Ya no solo con Almodóvar sino en su carrera, aunque sí fue nominada en un par de ocasiones. Verónica Forqué, por otro lado, tiene el récord de más premios Goya para una actriz (con cuatro), y consiguió alzarse con la victoria en una de sus colaboraciones con Almodóvar más recordada: ‘Kika’. Curiosamente, película que llegó un año antes de ‘La flor de mi secreto’, protagonizada por Marisa Paredes.

Hubo momentos en los que parecía que sus carreras se iban turnando y que transcurrían casi en paralelo. Hasta coincidieron como nominadas en la segunda gala de los premios Goya, en 1987. Año en el que Verónica Forqué consiguió dos premios, tanto en principal como en secundaria, un hito que solo pudo igualarse en 2017 por Emma Suárez. Y, pese a compartir una carrera juntas tan prolífica y dilatada en el tiempo, solo coincidieron en una película: ‘Reinas’, dirigida por Manuel Gómez Pereira. Un film sobre el recién aprobado matrimonio igualitario, y en el que Forqué y Paredes interpretaban a las madres de dos chicos que iban a casarse aprovechando la nueva ley aprobada por el PSOE.

“Yo soy de izquierdas y mi corazón está con la izquierda y siempre prefiero que gane la izquierda”, dijo Verónica Forqué en las elecciones generales celebradas en 2019. Aunque nunca se ha pronunciado mucho públicamente sobre política, su ideología siempre estuvo clara. Además de ser una mujer que se enfrentó de lleno al machismo imperante en el mundo del cine durante casi toda su carrera. “Vivimos en un mundo machista, donde los que deciden, los que gobiernan, los que eligen las cosas, los que piensan qué se debe hacer y qué no se debe hacer son los hombres y eso de un modo subterráneo afecta a la vida de las mujeres, que tienen que emplear mucha más energía para conseguir las cosas”, explicó en el ciclo ‘Mujeres que no lloran’, organizados por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).

Y precisamente sobre el machismo es algo sobre lo que siempre se ha mostrado muy crítica Marisa Paredes. “Siempre ha habido un pellizquito en el culo que te han dado en el metro o en el autobús, un tocarte la teta o rozarte el culo sin que te dieras cuenta y que tengas que decir 'qué me ha hecho usted'. O ese que te abraza y te coge por la cintura. ¿Con qué derecho?”. Dos mujeres que nunca han tenido miedo de hablar, aunque Paredes siempre haya sido mucho más activista política. Sobre todo en los últimos años. Eso si, no debemos olvidar la participación de Verónica Forqué en la mítica ‘¡Ay, Carmela!’. Una historia que defendía la República y, sobre todo, el papel de las mujeres, que no deben estar supeditadas a la voz de los hombres.

Por su parte, Marisa Paredes fue la presidenta de la Academia de Cine durante los años convulsos de la Guerra de Irak y nunca quiso esconderse. Es más, fue una de las portavoces del famoso ‘No a la guerra’ que tanto dividió a nuestra sociedad, y que puso a parte del público en contra del cine español. “Esta no es una noche tensa, sino libre. No hay que tener miedo a la cultura, ni al entretenimiento, ni a la libertad de expresión, ni muchos menos a la sátira, al humor. Hay que tener miedo a la ignorancia y al dogmatismo. Hay que tener miedo a la guerra”, dijo en su famoso discurso en la gala de los Goya en 2003. “Volvería a repetir el discurso del No a la Guerra”.

Ambas actrices también participaron en un proyecto especial de VOGUE llamado ‘Carta a mi hija’. Una lección de vida y de amor, escrita por Leti Sala en una historia de madres, hijas, mujeres, creada por Camila Falquez. Y es que ambas intérpretes han sido madres y tenían una hija actriz. En el caso de Verónica Forqué, María Forqué, una actriz reivindicativa y que apuesta siempre por proyectos diferentes y, a menudo, independientes. Y en el caso de Marisa Paredes, María Isasi, que fue una de las protagonistas de ‘Amar en tiempos revueltos’, dando vida a Fernanda "Diana" Colorado. O en ‘Las chicas del cable’ para Netflix.

Dos actrices cuyas carreras se vieron afectadas por la visión machista del cine, y que encontraron refugio en el cine desenfadado y crítico de Pedro Almodóvar, consiguiendo elevar su carrera y dejar un legado irrepetible. 

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