Yerai Cortés, el guitarrista flamenco cuya historia familiar conmovió a C. Tangana

No hay nadie en España que no conozca hoy en día a C. Tangana, también conocido como Pucho o El Madrileño. Uno de los cantantes más diferentes y personales que tenemos en el país, y que poco a poco va cimentando su carrera como artista multidisciplinar.

En el documental 'Esta ambición desmedida' pudimos conocer un poco más de la persona detrás del personaje, sus procesos creativos, sus miedos, sus ganas de darle al público su arte y su música… Y ahora, prueba otra faceta, que también podría enmarcarse en sus ansias de crear: la de director. Con el documental 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés', un sentido homenaje al flamenco, al poder sanador de la música, y que centra todo en la figura de Yerai Cortés, el guitarrista alicantino que esconde una infancia compleja y difícil

"Yo nací y me crie en Alicante, aunque mi familia es de Andalucía, y empecé a tocar porque mi padre toca la guitarra y él fue el que me enseñó", relata Yerai Cortés, nacido en Alicante en 1995. Ahora es uno de los artistas del flamenco más prometedores de la actualidad. Y Tangana, que tiene mucho ojo para esas cosas, se fijó en él para dar a conocer su historia al mundo. Todo surgió en una cena con el famoso productor Javier Limón. Uno de los más reconocidos de nuestro país, con 8 Grammys y habiendo trabajado con gente de la talla de Andrés Calamaro, Bebo Valdés, Luz Casal, Paco de Lucía o Joaquín Sabina entre muchos otros.  

Fue ahí cuando surgió la conexión con Antón Álvarez (el verdadero nombre de C. Tangana), y ambos tuvieron claro que tenían que hacer un proyecto juntos. "Sentí un impulso que me llevó a querer contar esta historia, y así se lo dije a Pucho (C. Tangana), sabiendo que en el proceso había una parte terapéutica". Y es que el documental nos acerca, y mucho, a la vida personal de una promesa que ya se ha convertido en realidad. Tocando en los mejores tablaos flamencos de Madrid, e incluso participando en festivales como el Festival de Jazz en Barcelona. Yerai es un nombre a tener en cuenta y su historia, contada de una forma tan vulnerable y descarnada, le ha colocado en primera plana. 

Al final, su proceso con sus padres es el de muchas personas cuando estos están separados y ni siquiera se hablan. Obviamente eso siempre va a repercutir en cómo abordas la vida y, en este caso, el arte. Su padre ni siquiera le enseñó los nombres de los acordes, sino que aprendió fijándose en cómo colocaban sus manos los artistas. Desde ahí, vino a Madrid "por amor". Y fue precisamente su novia la que le introdujo en el mundo de los tablaos. "Ella me dio la oportunidad de trabajar en el tablao. Fue el primer tablao en el que empecé a currar en Madrid. A raíz de ahí la verdad es que ha ido todo súper fluido porque empezaron a llamarme de un tablao, de otro, luego los propios bailaores que hacían sus proyectos en solitario…". Así lo contó en una entrevista para uno de esos tablaos, Las Carboneras.  

De ahí su carrera no paró de subir como la espuma, y su gran oportunidad le llegó, de hecho, de la mano de C. Tangana, ya que le acompañó en su gira 'Sin cantar ni afinar'. Dos artistas que se complementan y se entienden a la perfección. Porque ambos buscan llevar el flamenco a otros territorios, explorarlo un poco más de allá del clasicismo que a veces le rodea. "Un corte, una herida que se cura, la mano que vuelve a su sitio… Pero no me olvido de la cicatriz, porque sigue ahí, y aprendo a mirarla de otra manera, convivo con ella y la utilizo", explicó Yerai Cortés durante la promoción del documental que tuvo su estreno en el Festival Internacional de San Sebastián. 

Por momentos, la historia de Yerai Cortés se convierte casi en un thriller. La relación con su familia y con sus padres es el punto de inflexión, tanto del documental, como de su vida. Y el proceso ha sido largo. Terapéutico pero duro al fin y al cabo. "Era una locura, porque de repente estábamos en un concierto de Tangana en Mallorca, en plan rock star, y al día siguiente íbamos a grabar a las tías de Yerai". Así lo cuenta Cris Tenas, la productora de 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés'.

Otra de esas cosas que tanto le ha marcado es su herencia gitana, sobre todo en un mundo como el actual, con el racismo imperante contra los diferentes. "He intentado hacer una película de amor. No sé si es romántica, pero sí sobre el amor, sobre el amor de una mujer, de una madre y el material era tanto que solo hemos tenido que elegir lo que contábamos. No teníamos la idea de hacer una estructura de documental informativo, Yerai es un poeta increíble y la forma de acercarnos a esas historias siempre ha sido desde la poesía y la fábula", son las palabras de C. Tangana para definir ya no solo el documental, sino la propia vida de Yerai. 

Este es su gran salto para ser conocido por el gran público. El flamenco ha cambiado mucho en las últimas dos décadas. Y gracias a artistas como el propio C. Tangana o Rosalía, es un género musical que ha ido evolucionando hacia las nuevas generaciones, para recuperar el lugar que siempre fue suyo. Yerai es uno más de esa generación de artistas que no reniega de sus raíces, sino que las abraza y las lleva a nuevos lugares. Por eso un documental como el de 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés' es tan importante. Y por eso el artista madrileño conocido como Pucho se enamoró de su historia al instante. 

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