En 1985, Andy Warhol creó la serie de serigrafías Reigning Queens, que representa a cuatro monarcas contemporáneas: Isabel II del Reino Unido, Margarita II de Dinamarca, Beatriz de los Países Bajos y Ntombi Twala de Suazilandia. Estas obras marcan una importante incursión de Warhol en el mundo del retrato político, usando su estilo característico para reinterpretar la realeza a través del lente de la cultura pop.
Esta serie no solo destaca por su brillantez técnica, sino también por el enfoque que Warhol aplicó a estas mujeres, a las que retrató con colores vivos y superposiciones de tinta que distorsionan las formas tradicionales de los retratos reales de las fotografías que sirven de base para la obra. Esto se traduce en una visión crítica y deslumbrante de la monarquía moderna.
Isabel II del Reino Unido
La recientemente fallecida Reina Isabel II fue retratada en la serie como una figura majestuosa y casi abstracta, estando su imagen basada el la fotografía oficial del Júbilo de Plata de la Reina, de 1977, tomada por Peter Grugeon en el castillo de Windsor en abril de 1975. Warhol eligió a la reina británica no solo por su posición simbólica en la historia contemporánea, sino también por su vasta presencia mediática. Con un reinado extenso que abarcaba la transformación del Reino Unido en una sociedad postcolonial, Isabel II representaba una constante en tiempos de cambio. Warhol capturó esta dualidad con colores brillantes y capas de serigrafía que le dan un aire tanto formal como moderno.
Margarita II de Dinamarca
Warhol también incluyó a la reina danesa, Margarita II, conocida por su intelecto y amor por las artes. A diferencia de otros monarcas, Margarita II tiene un interés personal en la creación artística, lo que la hace una figura especialmente relevante para un artista como Warhol. Su retrato refleja una combinación de realeza y accesibilidad, con colores que destacan su carácter sobrio pero sofisticado. Margarita II asumió el trono en 1972 y sigue siendo una figura muy respetada en Dinamarca.
Beatriz de los Países Bajos
Beatriz, quereinó en Países Bajos desde 1980 hasta su abdicación en 2013, fue otra de las monarcas representadas en la serie. Warhol la retrató con su típico enfoque colorido, una manera de darle a su imagen un toque moderno y accesible. El retrato de Beatriz muestra una mezcla de respeto por la tradición monárquica con el toque irónico y crítico que caracteriza el trabajo de Warhol. Esta obra pone de manifiesto cómo el arte puede desmitificar la autoridad mientras la enaltece.
Ntombi Twala de Suazilandia
Ntombi Twala es quizás la figura más inusual de la serie, ya que es la única monarca no europea representada. En 1985, Ntombi era la regente de Suazilandia (hoy Esuatini), una pequeña nación en el sur de África. Warhol capturó su imagen con la misma vibrante técnica que utilizó para las otras reinas, dándole un tratamiento que eleva su figura a la misma categoría de icono mundial. La inclusión de Ntombi Twala subraya el interés de Warhol en las figuras de poder más allá de las grandes potencias occidentales.
La serie Reigning Queens es una muestra del ingenio artístico de Andy Warhol y de su capacidad para transformar figuras públicas en obras de arte que desafían las convenciones tradicionales del retrato. La crítica y el público de la época reaccionaron de manera diversa a la serie: algunos vieron en ella una burla al sistema monárquico, mientras que otros la interpretaron como un homenaje a las mujeres que ejercían poder en sus respectivos países. Resulta curioso, por otra parte, que la primera vez que se mostró la obra fue en una galería de Nueva York, lo que molestó mucho a Andy Warhol, porque "eran solo para mostrarse en Europa, a nadie aquí (por Estados Unidos) le importa la realeza, y será solo otra mala reseña."
Además, la obra de Warhol destaca la importancia de la realeza en la cultura popular del siglo XX, tratándolas como celebridades a nivel global, algo que siempre estuvo en el centro de la fascinación de Warhol por las figuras públicas. Con colores audaces y la repetición característica de la serigrafía, Warhol encapsula el glamour y la mística que rodean a las monarcas, mientras juega con la idea de la reproducción en masa de la imagen de poder.