La historia de España está repleta de picaresca y personajes que buscan retorcer la verdad para usarla en su propio beneficio. Y uno de los grandes ejemplos lo tenemos en la persona de Enric Marco Batlle, barcelonés nacido en 1921, y que murió a los 101 años, el pasado 2022, como uno de los impostores más famosos de nuestra historia reciente. El cine se ha fijado en él y Eduard Fernández estrena este 8 de noviembre Marco, dirigida por Jon Garaño, José María Goenaga y Aitor Arregi, que trata de contarnos la historia de uno de los pícaros más irreverentes que conocemos. Pero, ¿quién fue Enric Marco y por qué su historia es tan rocambolesca?
Todo se remonta a la II Guerra Mundial y, en concreto, a los campos de concentración nazi. Entre ellos, había uno conocido como Flossenbürg, en el estado de Baviera, Alemania. Creado en 1938, estuvo en funcionamiento hasta casi el final del conflicto. Un vasto conjunto de campos y subcampos por donde pasaron cerca de 100.000 prisioneros (de hecho, cuando lo vaciaron las tropas aliadas, salieron de su interior más de 60.000). Y entre ellos, hubo 14 españoles republicanos, de los que destacó una persona llamada Enric Marco, que desde los años 70, empezó a hablar sobre su pasado como republicano exiliado, miembro de la resistencia antinazi, y uno de los pocos supervivientes españoles de campos de concentración alemanes. Solo que no era verdad. Enric Marco lo inventó todo, y hasta 2005 no fue desenmascarado.
Historia de un impostor
Aunque sus primeras referencias a su supervivencia datan de los años 70, cuando comenzó a tomar relevancia fue a partir del año 2000. En esa época, Marco comenzó a acercarse a las asociaciones de supervivientes, e incluso a dar charlas sobre su experiencia como prisionero. Esa exposición tan grande le llevó a ser Secretario y, más tarde, Presidente de la "Asociación Amical de Mauthausen y otros campos". Según fue creciendo su fama, también fue creciendo el interés de los periodistas por su relato, y las incoherencias comenzaron a aparecer poco a poco.
Marco sostenía haber sido un exiliado republicano, haber luchando contra los nazis y haber sido prisionero en un campo de concentración. Esta historia le llevó hasta el mismísimo Parlamento, donde dio un discurso muy emotivo en recuerdo a las víctimas del Holocausto. Pero el historiador Benito Bermejo decidió pararle los pies. "Marco trataba con un círculo bastante restringido. Tenía buen olfato para evitar situaciones que le pudieran poner en dificultad. Él había ido modificando lo que contaba, porque tenía que calcular cuántos tenían que desaparecer para aproximarse y ocupar ese espacio", explicó Bermejo recientemente en La Ser.
De los 14 supervivientes del campo de concentración de Flossenbürg, solo quedaba Marco con vida, así que se adueñó del relato, engañando a todos por el camino. Y una de las primeras mentiras que se descubrieron fue sobre su pasado como luchador antifascista. Sí que es cierto que estuvo en la Alemania Nazi, pero voluntariamente. Porque estuvo como trabajador al servicio de la industria bélica alemana, concretamente en la empresa Deutsche Werke Werft de Kiel. También es cierto que fue detenido, pero no fue por oponerse al Reich, sino por repartir panfletos comunistas a sus compañeros. Tras unas semanas de detención, regresó a España, por lo que tampoco estuvo en ningún campo de concentración.
Todo un relato inventado, valiéndose de un supuesto vacío de testigos que no podían llevarle la contraria. Por suerte, Benito Bermejo consiguió destapar el engaño. "Enric Marco justificó las cosas como si la silla estuviese vacía, como si no hubiera nadie para contar estas historias. Y no es verdad, había más de un centenar que lo habían vivido. Con algunos de ellos yo tenía amistad y compartía estas dudas y sospechas sobre quién era él. La mayor parte de estas personas no conocían a Marco, y la mayor parte de ellos no regresaron a España". Así que en 2005, Marco fue descubierto y tuvo que pedir perdón, dando una rueda de prensa en la que reconocía haberse inventado todo.
Enric Marco insistió de todos modos no haberlo hecho de mala fe, y que siempre fue para conseguir que su voz llegara más lejos. "Así la gente me escuchaba más y mi trabajo divulgativo era más eficaz" explicó tras confesar sus engaños. "La mentira surgió en 1978 y la mantuve porque parecía que me prestaban más atención y podía difundir mejor el sufrimiento de las muchas personas que pasaron por los campos de concentración". El escritor Javier Cercas, miembro de la RAE, le dedicó su libro El impostor, por el que ganó el Premio al Libro Europeo 2016. Y ahora llega la película protagonizada por Eduard Fernández que quiere volver a arrojar un poco de luz sobre la historia de un personaje fascinante y, a la vez, uno de los timadores más infames de los últimos veinte años. Incluso su pasado antifranquista se ha puesto en duda al confirmarse su trabajo voluntario con la industria bélica alemana…
Al final, Marco ha sido uno de los precursores de las llamadas fake news. Y así lo han explicado los directores de la película en una entrevista para Público. "Ha habido muchas, muchas versiones de guion y la película ha ido cambiando. También creo que hemos ido, tal vez inconscientemente, empapándonos de lo que está sucediendo ahora mismo en la calle, de todo este tema de quién cuenta las historias y de cómo las cuenta". Porque vivimos en una época en la que cada vez tenemos más información, y también más desinformación. Distinguir la verdad del engaño se ha vuelto una tarea ardua y costosa. Enric Marco ya se movía como pez en el agua en este tipo de situaciones. Pero siempre habrá alguien como Benito Bermejo, que nos ayudará a ver la verdad.
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