Aquello de que cuando “el río suena, agua lleva” quedó patente el pasado 7 de octubre en Zaragoza, en el último concierto de 'La Oreja de Van Gogh'. Rompió a llorar dos veces durante su actuación por la emoción que no podía disimular. Al contrario: Leire Martínez se dejó llevar por los gestos más sinceros, en perfecta armonía con la situación que estaba viviendo al verse arropada y acompañada por su público.
Si observamos atentamente las imágenes, apreciamos microexpresiones evidentes de que algo importante le estaba preocupando: cuando el público corea “por eso esperaba…” se genera un clímax especial en el que la cantante, al elevar su brazo, está bombeando lágrimas de pena y dolor por la salida del grupo que se produciría en los días posteriores.
Hay elementos que nos están mostrando la sinceridad del momento y la fragilidad de Leire ante la situación cuando está constantemente elevando la mirada, sin dirigirla a los asistentes, con los ojos cerrados, fruto del lagrimeo constante, que en un punto determinado de la secuencia grabada en vídeo, tiene que ser secado por una de sus manos. Hay sinceridad en estas imágenes, hay tristeza, pero también hay pasión en la voz que resuena con fuerza en los compases finales de la canción, donde además sostiene con firmeza el micrófono que le está dando fortaleza para seguir y dejar que sean los espectadores quienes continúen con la letra de la melodía.
El instante culminante de la actuación nos está dando las claves premonitorias de su salida del grupo. La mano izquierda en el pecho, en sintonía con un “muchísimas gracias” en que la voz se quiebra, es la prueba más evidente de la situación delicada por la que estaba atravesando Leire durante la interpretación de la canción.
Las expresiones de Leire en los últimos días dejaban al descubierto su separación total del grupo: ninguneo permanente, escaso reconocimiento a su trabajo, ¿posible regreso de Amaia Montero? Desde el punto de vista de una comunicación estratégica, podría adivinarse que la salida de Leire podría ser una campaña para dar más emoción y fuerza al comentado regreso de Amaia. Todo está en el aire ahora, pero las circunstancias parecen mostrarnos un despliegue emocional fuera de lo común en el ambiente artístico.
Si hay algo que caracteriza el carácter de Leire Martínez, que ha quedado patente a lo largo de sus años en el grupo, es su capacidad de llegar al público, de conectar con él a través de su voz llena de matices, pero también por sus ademanes y gestos, que ha trabajado a fondo en sus actuaciones en directo. Tiene oficio y arte. La experiencia que viene cosechando desde sus inicios en 'Factor X', han hecho de la cantante un valor sólido para ocupar puestos destacados en el palmarés artístico de nuestro país.
Las características de comunicación verbal y gestual de Leire, la ubican entre las grandes de la música. Sabe moverse en el escenario y romper la barrera que la separa del público por su capacidad de persuasión y dominio del espacio escénico. Maneja extraordinariamente graves y agudos en su voz para dar énfasis o para crear ambientes más íntimos en determinados momentos o pasajes de sus canciones.
Algo importante en ella es la capacidad de ponerse delante de una cámara o un micrófono y persuadir con lo que expresa, dando respuesta a las preguntas más comprometidas siempre con una sonrisa abierta que cala en el público y le aporta credibilidad.
Estamos ante un punto y seguido con más fuerza para continuar. La resiliencia de Leire, esa capacidad que poseen algunos individuos que se caen y se levantan con más fuerza, es la clave de su superación ante la adversidad que pronto nos va a sorprender con nuevas y mejores apariciones públicas.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.