El mundo del cine está repleto de misteriosas leyendas urbanas que hacen la delicia de los más conspiranoicos. Es verdad que ahora es mucho más fácil propagar bulos, pero también atajarlos a tiempo. Pero, en los 90, las cosas no eran del todo así.
Recordamos a Ricky Martin, la niña, el perro y la mermelada, ¿verdad? Esas fake news se expandían por un boca oreja demencial, y poco a poco iban convirtiéndose en realidad. Así han nacido muchas historias alrededor de rodajes malditos… ‘Poltergeist’, ‘El exorcista’, ‘Glee’ por poner algunos ejemplos. Y en la última década del siglo XX, destacó una por encima de todas. Estamos hablando de la película ‘El cuervo’ y muerte durante el rodaje de Brandon Lee, el hijo del legendario Bruce Lee.
Nacido en 1965 en California, el joven Brandon Lee quiso seguir los pasos de su padre desde pequeño. De hecho, el propio Bruce ya le enseñaba técnicas de artes marciales cuando aún casi ni sabía caminar. Pero solo tenía ocho años cuando el mítico actor murió por culpa de un edema cerebral, dejando a Brandon sin padre a una muy temprana edad.
Se centró en el mundo del kung fu, pero también de la actuación, y poco después de cumplir los 20, debutó en la película para televisión ‘Kung Fu: la película’, continuación de la mítica serie de David Carradine que, por cierto, partió de una idea del propio Bruce Lee. El éxito moderado de la cinta lanzó la carrera de Brandon, llegando a trabajar con Tia Carrere y Dolph Lundgren en la olvidada pero disfrutable ‘Little Tokyo. Ataque frontal’, que tuvo muy mala taquilla.
Pese a ello, la carrera de Brandon Lee no se resintió y firmó un contrato con 20th Century Fox para rodar tres películas más. La primera (y última) de ellas, ‘Rapid Fire’ con Powers Boothe. Curiosamente, la siguiente en rodarse acabaría por convertirse en ‘Jungla de Cristal. La venganza’, usando partes del guion de la película original que habría rodado Brandon. Pero ‘El cuervo’ llegó antes, y acabó con la vida del actor de una forma trágica… desatando teorías de la conspiración casi al momento.
Basada en los cómics creados por James O’Barr, este empezó a mover la historia por diferentes estudios a finales de los años 80. Una de las propuestas que le hicieron fue convertirlo en un musical con Michael Jackson como protagonista. Aunque ahora pueda parecer una idea descabellada, en esa época el cantante estaba en el pico de su fama. Pero claro, una historia que narra cómo un hombre vuelve a la vida para vengar la violación y el asesinato de su novia, puede que fuera la mejor opción para un musical con la estrella del pop. Finalmente, consiguió vender los derechos y, tras varias opciones para protagonizar la película (River Phoenix o Christian Slater), se fichó a Brandon Lee y al director australiano Alex Proyas.
Pero un desafortunado accidente acabó con la muerte del protagonista. A pocas semanas de terminar el rodaje, el equipo se preparaba para rodar la escena del asesinato de Eric Draven (el personaje al que daba vida Brandon Lee). Se probó el arma que dispararía la noche anterior, pero con una bala de verdad a la que se le había quitado la pólvora.
Al día siguiente, el responsable del arma no sabia que tenía que quitar la bala que había usado el equipo el día anterior. Así que al dispararse, salió despedida tanto la bala de fogueo como la real, impactando en el abdomen de Brandon Lee y perforándole una arteria. Un fallo humano que costó la vida a un prometedor actor, y que dio a la película ese estatus de culto.
Durante muchos años, se especuló con que podría haber sido obra de la mafia china conocida como las Tríadas. Las malas lenguas decían que, desde China, no se veía con buenos ojos que actores del país viajaran a Estados Unidos a hacer sus películas y revelar secretos del kung fu, así que no solo orquestaron la muerte de Bruce Lee, sino también la de su hijo.
Otra de las leyendas urbanas que nacieron alrededor del trágico accidente tenía que ver con una supuesta maldición que se cernía sobre la familia Lee. Debido a esa revelación de secretos ancestrales sobre el arte del kung fu, una maldición habría caído sobre todos los varones descendientes de la familia. Pero, como Brandon no tuvo hijos y Bruce Lee solo le tuvo a él y a una hija, la maldición parecía haberse roto. Solo queda esperar a ver si la hija de Bruce Lee, Shannon Lee, tiene un hijo… pero por ahora solo ha dado a luz a una niña, Wren.
Pero quizá la leyenda que más recorrido generó, y que también llegó hasta nuestros días, es que la escena en la que el personaje de Eric Draven es asesinado, es en realidad la escena en la que muere Brandon Lee. Tanto el equipo como el propio director Alex Proyas se han encargado de desmontar esa teoría en numerosas ocasiones. El metraje fue requisado por la policía para la posterior investigación tras la muerte del actor. Y, cuando se devolvió al equipo de producción, Proyas se encargó de quemarlo.
Como consecuencia del accidente, se revisaron los protocolos de seguridad en la industria y se volvieron mucho más estrictos. Sobre todo fijando la prohibición de apuntar con un arma de manera directa a otra persona. Esto se falsearía con ángulos de cámara.
La película se acabó gracias a la digitalización de la cara de Brandon en un doble (Chad Stahelski, creador de ‘John Wick’) y Miramax compró los derechos de distribución. ¿Resultado? Estreno en 1994 y una carrera en taquilla que acabó con cerca de 100 millones en taquilla y un estatus de culto que sentó las bases para el aspecto visual de otras películas venideras como ‘Matrix’. Y Brandon Lee saltó a engrosar la lista de leyendas del séptimo arte que nos abandonaron demasiado pronto.
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