El arte digital se ha convertido en una ruina: los NFT se han desplomado

Los NFT, o Non Fungible Tokens por sus siglas en inglés (objetos no fungibles) revolucionaron el mercado digital. Obras virtuales sin ningún tipo de soporte físico por las que llegaron a pagarse auténticas millonadas. Algunos actores, cantantes o empresarios se volvieron locos invirtiendo en este arte futurista que ha resultado ser una burbuja más. Ahora mismo, la mayoría de esas obras no valen nada.

18 millones de euros ganó Damien Hirst vendiendo NFTs que hoy en día ha perdido todo su valor. Dio a elegir a 1.0000 compradores entre su versión en papel o su versión no tangible. Los 4851 que eligieron NFT vieron como la pintura real se convertía en fuego, pero nunca pensaron que la digital, sería aire.

Fue tan rápido su auge como su desplome

Su valor se ha volatilizado, igual que el de los metabirkin, bolsos virtuales que se llegaron a vender bien caros sin el permiso de Hermes.

Los Token no fungibles, los NFT nacieron como una revolución, ni los propios artistas se creían lo que se pagaba por ellos. Crecieron como la espuma, pero ahora el suflé se ha desinflado. Fue tan rápido su auge como su desplome.

El 95% de las colecciones de NFTs poseen en la actualidad un valor nulo. Económico, pero también social. Han caído en desgracia, y eso que fueron muchas las celebridades que se empeñaron en ponerlo de moda.

Paris Hilton fue pionera en la promoción de unos monos aburridos igual que Justin Bieber o Gwyneth Paltrow. Lograron subir escandalosamente los precios de una burbuja que ahora se ha desinflado.