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Estopa hacía historia este sábado al dar su concierto más multitudinario llenando el Cívitas Metropolitano de Madrid para celebrar su 25 aniversario. Ante 55.000 personas, los hermanos reivindicaron su legado musical y lo que representa para muchos, pese a que la acústica del estadio volvió a albergar las críticas de los asistentes.
Tanto en redes sociales como en las crónicas digitales se ha vuelto a poner en el punto de mira la acústica del estadio.
"Los alardes escenográficos en esta gira se concretan en dos pantallas colosales y unas pulseras led que pintan con colores tanto como la calurosa entrega del público y maquillan solo un poco la intratable acústica del Metropolitano", recoge EFE.
"La ocasión era tan propicia para el colegueo, la jarana y el subidón que a nadie pareció importarle que el sonido en el Metropolitano fuese, una vez más, sencillamente pavoroso, al menos desde la grada y durante la primera hora. Un detalle menor cuando lo que se dirime es una fiesta mayor. El sonido rebotaba por todas partes y las letras se volvían a ratos tan ininteligibles como si en el escenario se hubiese colado una banda de versiones en moldavo, pero la multitud se desgañitaba con todas, ya fueran viejas, nuevas o intermedias", detalla El País.
No es la primera vez que el sonido del estadio durante un concierto está en el punto de mira. La Vanguardia ya recogía la semana pasada durante el concierto de Bruce Springsteen esta problemática: "Tampoco le ha perturbado al ánimo encendido del público que la acústica del Metropolitano pareciese (otra vez) una trampa en la que la física se empeñaba en deslucir el trabajo de la banda", detallaba.
Los usuarios de las redes sociales también han mostrado sus descontento por el "pésimo sonido" del estadio durante los conciertos.
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