Nueva noche triunfal de Bruce Springsteen. ‘El jefe’ no defraudó a nadie y, ante 57.000 mil incondicionales que se dejaron la garganta coreando sus canciones y aclamando al viejo rockero, dio un show de casi tres horas que volvió a demostrar la talla de un artista incombustible. Lo de ayer en el Cívitas Metropolitano, estadio del Atlético de Madrid, cautivó a su legión de seguidores, pero solo es un aperitivo porque aún le quedan cuatro conciertos en España.
El huracán Springsteen arrasó anoche a su paso por la capital. Después de ocho años de ausencia, a sus 74 años, el rockero de Nueva Jersey volvía a Madrid para seguir demostrando que el escenario sigue siendo su forma de expresión; para demostrar que la edad es un número y para seguir apostando por la música en directo con su banda.
“Mi sangre es suya”. “Nos da vida, nos da juventud”, señalaban algunos de los 57.000 que se congregaron en el Metropolitano para cantar al unísono las canciones que suenan desde hace ya cinco décadas.
En las tres horas de concierto no podía faltar el himno de la gira, ‘No surrender’, un canto a no rendirse nunca, como demuestra cada día el ‘Boss’.
Al Metropolitano, que ya visitó en 1999 y en 2003 cuando aún era conocida como La Peineta, llegaba el estadounidense tras varios días de reposo por prescripción médica tras verse afectada su garganta, lo que le obligó a posponer varios «shows» el año que viene, y tras superar problemas de salud anteriores que le hicieron temer "no volver a cantar de nuevo". Sin embargo, sobreponiéndose a todo, el espectáculo conquistó a todos los fans.
Al final, la presentación por fin en vivo del citado 'Letter To You' y del disco de versiones que le siguió, 'Only The Strong Survive' (2022), no pasó de anécdota, con momentos para un repertorio retrospectivo, con las habituales sorpresas no tan manidas, como 'Seeds', que sonaba en la primera parte.
Poco importó que el espectáculo arrancara 20 minutos tarde. Fue empezar a desfilar cada miembro de The E-Street Band y desatarse la euforia, multiplicada al aparecer el rockero enfundado en chaleco, corbata y camisa remangada, como desmintiendo sus años con un porte ajeno al paso del tiempo.
Al grito en español de "Hola, Madrid, ¿estáis preparados?", arrancó el concierto con 'Lonesome Day', seguida de 'No surrende'r y, entre lo poco que sonó de' Letter To You', 'Ghosts'.
Tampoco importó la mejorable acústica del Metropolitano; nada acabaría por deslucir el trabajo de la banda, entregada a fondo como siempre.
Estrechando manos con sus seguidores, 'Darlington County' supuso un pequeño hito de emoción añadida en la primera hora que mantuvo al versionar el clásico de John Fogerty Rocking 'All Over The World' entre arengas en español ("¡Más alto!)", algo que no hizo falta justo después con el primero de los grandes éxitos de la velada, 'Hungry Heart'.
La energía era ya contagiosa al emprender el segundo tercio del concierto. Incluso el sonido resultaba más preciso y a un tema reciente como 'I Was The Priest' le sacó junto a Steve Van Zandt un coleo de guitarras a la altura de los grandes temas.
A todo ello le siguió la nostalgia de 'My Hometown', y después 'The River'. Tema tras tema, y estirando el repertorio hasta las casi tres horas, los aplausos no dejaron de sonar en el Metropolitano en su regreso triunfal.
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