El beso de Taylor Swift y Travis Kelce tras la victoria de los Chiefs desata la "fiebre" en la final de la Super Bowl

En cuanto ha terminado el partido de la VIII final de la Súper Bowl entre los Kansas City Chiefs y los San Fracisco 49ers, Taylor Swift se ha acercado a su novio, Travis Kelce, en lo que era la fotografía más esperada del encuentro. Finalmente, la cantante norteamericana consiguió llegar a tiempo para esta cita ineludible en los Estados Unidos, en la que el equipo de Kelce jugaba para revalidar su título. Juntos, en una imagen que quedará para la historia, han celebrado la victoria de los Chiefs por segundo año consecutivo y frente a un equipo que buscaba la revancha del 2020.

Tan sólo doce horas antes de que comenzara el partido, Taylor Swift se encontraba clausurando la tanda de conciertos que tenía en Tokio y su necesario traslado a Las Vegas ha sido casi una cuestión de estado. Durante toda la temporada de la NFL, la cantante se ha convertido en el amuleto de los Chiefs y no podía faltar en el palco de apoyo a los jugadores de Kansas, donde ha vivido el partido con una tremenda emoción. Como ya es costumbre, las cámaras de la NFL han enfocado especialmente a la artista, que vivía cada segundo del encuentro en su palco privado del Stadium.

Un abrazo que quedará para los anales de la historia

Los de Kansas no lo han tenido fácil en un partido en el que los de San Francisco querían vengarse de la derrota del año 2020. Estos comenzaron ganando el encuentro contra unos inestables Chiefs, que han hecho sufrir mucho a todos los presentes en el estadio, incluida Taylor Swift. Sin embargo, los de Kelce han conseguido darle la vuelta al marcador y, con prórroga incluida, ganar a sus rivales por 25 a 22 puntos. El triunfo se ha visto, sin embargo, rodeado de la polémica, por el tremendo enfado que Travis Kelce ha mostrado a su entrenador, por la pérdida de un balón cuando su equipo todavía perdía.

Cuando el árbitro ha pitado el final de la Super Bowl, ha comenzado la celebración de los Chiefs, con la bajada de las familias al campo de juego. Más tímida que otras veces, parecía que la nueva "novia de América" quería quedar en un segundo plano, consciente del revuelo mediático que se ha montado en los últimos días y que la ha obligado hasta a vender su propio jet. Por ello, en principio, ha permanecido alejada de los jugadores y tirándole besos en la distancia a su novio, mientras caminaba tranquilamente con la madre de éste, Donna Kelce. Tras el discurso del ala cerrada, donde ha cantado 'Fever' y ha dejado claro que el don de la música lo domina mejor su pareja, ha llegado el beso que quedará para los anales de la historia.