La ovación más larga de la noche ha sido "para la reina Sigourney Weaver". Y ella, a pesar de estar acostumbrada a los elogios, la ha recibido con los ojos vidriosos, "sobrepasada" y "llena de gratitud" por el homenaje que se le ha hecho este sábado en la 38ª edición de los Premios Goya. Juan Antonio Bayona, que tuvo la suerte de dirigirla en 'Un monstruo viene a verme', ha sido el encargado de entregarle en persona, en Valladolid, el 'cabezón' internacional a una actriz con "gran poderío físico" que cuenta con una una larga lista de personajes "cargados de enorme humanidad" a sus espaldas.
"Qué profundo estar aquí esta noche con todos vosotros", ha reconocido entre lágrimas y en castellano, confesando que efectivamente se siente como una "verdadera reina" gracias al cariño que le ha dedicado el cine español. "Esta familia de extraordinarios artistas, cineastas y amantes del cine. Estoy llena de gratitud. Recibir el reconocimiento de un país que ha producido tantas obras maestras a lo largo de los años, audaces, conmovedoras e inquietantes, me llena de orgullo y humildad".
"Cuando era pequeña, me fascinaban los mapas (...). A veces, navegando por esta industria como mujer, he recordado esos primeros mapas y todos los peligros que mostraban. ¡Los monstruos! Pero yo también era una aventurera con el corazón puesto en encontrar siempre las mejores historias. Me lo he pasado de maravilla y he conocido a algunos monstruos. ¡Y he interpretado a algunos también! Para mí siempre se trata de la historia", ha defendido.
"Buscar grandes historias en todos los géneros, con papeles grandes o pequeños, retrocedes y avanzar en el tiempo, adentrarme en otros mundos, no querer repetirme nunca, siempre en busca de historias sobre y para mujeres que nos recuerden lo poderosas que somos, de manera muy sorprendentes", ha proseguido, mencionando a Pedro Almodóvar o Penélope Cruz como ejemplos a seguir en este sentido. "Me he esforzado mucho por no dejar que Hollywood defina o limite mis elecciones. Como vosotros, he creído en mi público y en su voluntad de salirse del mapa. Y he estado decidida a no defraudarles nunca. No es ninguna sorpresa que sienta afinidad por el cine español".
Para Sigourney Weaver, nuestro cine es "excelencia", "no son géneros", es "originalidad", "no son fórmulas". "Es humanidad y corazón, no cinismo", ha resaltado. Que se abandere a las mujeres, a las madres, "incluso a las monjas". De ahí que signifique tanto para ella este Goya Internacional. Para ella, 'La sociedad de la nieve' de su amigo Bayona es una de las mejores cintas del año. "Es tan inspiradora, está tan bien hecha...", ha manifestado, esta vez girándose y haciendo una reverencia al director español.
Trabajar con él le abrió las puertas (y los ojos) para conocer de cerca cómo trabaja nuestra industria. Desde los artistas hasta los equipos de rodaje, en los que "hasta el maquinista ha leído el guion", algo "único". Pero si algo ha querido reconocer en su discurso de agradecimiento ha sido la labor de María Luisa Solá, la mujer que la ha doblado al español los últimos treinta años. "Aquí debo mencionar a mi amigo Bill Murray, que siempre me dice que mi interpretación es mucho mejor en español". "La excelente actriz que me dobla", ha pedido, "debería esta conmigo aquí ahora". "María, espero que estés viendo esto, porque te lo agradezco desde lo más profundo de mi corazón", le ha prometido.
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