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Parece mentira, pero Miss Francia nunca lo había ganado una mujer que se saliese de los cánones. Y no hablamos solo del cuerpo, que también, sino de su melena, siendo Eve Gilles la primera aspirante con el pelo corto en ser coronada en este certamen de belleza que en el país vecino sigue siendo un absoluto éxito de masas.
Más de 7,5 millones de espectadores siguieron en directo este sábado la final de este concurso que elige a la mujer más bella de Francia. Una victoria por la que apostó tanto la audiencia como el jurado especializado, compuesto en su totalidad por mujeres.
Eve Gilles, de apenas veinte años, llevaba días defendiendo que su diferencia era lo que debía darle el triunfo. “Hoy es el día. El día en que todo puede ponerse patas arriba. No voy a dar un gran discurso esta mañana pero solo quería pedirte que confíes en mí. Creo en ti de la misma manera que tú crees en mí. Necesito tu apoyo hoy más que nunca”, escribió en sus redes sociales horas antes de celebrarse la gala.
Algo sobre lo que, tras escuchar su nombre y recibir la corona y la banda de Miss Nord-Pas-de-Calais de manos de su predecesora, ahondó en su discurso de agradecimiento. “Estamos acostumbrados a ver señoritas hermosas con cabello largo, pero elegí un look andrógino con cabello corto. Nadie debería dictar quién eres", defendió sobre el escenario. "Cada mujer es diferente, todas somos únicas".
Esta decisión, como todas las que rompen con tradiciones preestablecidas (recordemos que en más de cien años de certamen nunca se había visto a una mujer “andrógina” ganando Miss Francia) no ha sentado bien a los espectadores más conservadores, que defendían que su triunfo era una forma de “inculcar valores wokistas en la sociedad”. Otros, los más mayoritarios, están orgullosos de la victoria de Eve Gilles.
Hubo un tiempo en el que ser miss era un hito en España. Que fueses coronada en este certamen de belleza era un trampolín que aseguraba fama, dinero y trabajo. Hasta que los tiempos cambiaron y su existencia dejó de tener sentido. Hoy, en 2023, la relevancia de concursos como este es mínima en nuestro país. Algo que no sucede en el país galo, que aunque ha tratado de modernizar sus protocolos y ha pedido disculpas por polémicas del pasado, sigue teniendo una repercusión más que reseñable. De ahí el impacto que ha generado su ganadora.
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