Concha Velasco ha fallecido este sábado a los 84 años en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), según han confirmado sus hijos, Manuel y Paco Martínez.
La actriz, retirada de los escenarios desde hace dos años, vivía desde febrero de 2022 en una residencia debido a los problemas de salud y movilidad que se habían agravado en el último año.
Nos deja una de las actrices más queridas, prolíficas y vanguardistas de España. En sus seis décadas de profesión rodó más de 80 películas (Las chicas de la Cruz Roja, Teresa de Jesús...), protagonizó más de 30 obras de teatro, lanzó 16 discos (La chica Ye-Yé, Mamá, quiero ser artista..) y participó en numerosas series y programas de televisión (Sorpresa, sorpresa, Cine de barrio…).
Pero la 'chica ye-ye', la 'sonrisa de España', o la jovencita de Valladolid que se fue a la capital porque 'quería ser artista' tuvo una intensa vida personal que ella misma compartió con su público en numerosas e inolvidables entrevistas, donde llenaba la pantalla y cautivaba a la audiencia igual que en el cine o el teatro.
La última fue la que concedió hace dos años, poco antes de retirarse de los escenarios -con una gran ovación en el Teatro Bretón de Logroño-, cuando visitó el programa de TVE Lazos de Sangre.
Concha Velasco (Valladolid, 1939) habló de su infancia, en una familia humilde, hija del comandante de caballería Pío Velasco Velasco y de la maestra María Concepción Varona García de Mardones, y de cómo siempre supo que lo suyo era ser artista. “Empecé a cantar antes que hablar”, dijo la estrella, que empezó su carrera en el cine a los 15 años en La reina mora (1954).
Reconoció que en el amor no le fue tan bien como en los escenarios, pero fruto de él nacieron sus dos hijos -Manuel y Paco, "lo mejor de su vida", y los no se han separado de ella en estos últimos años, siempre protegiendo su intimidad de los medios y defendiendo su decisión de ingresar a su madre en una residencia, donde pudiera estar bien atendida las 24 horas del día.
“Yo soy malquerida, he amado mucho más de lo que me han amado", admitía la protagonista de La fierecilla domada o El día de los enamorados. Su primer gran amor fue Fernando Arribas, el fallecido director de fotografía, con quien tuvo un romance prohibido estando él casado, fruto del cual nació su primer hijo, Manuel Martínez Velasco (46 años), adoptado después por su único marido, Paco Marsó.
Concha Velasco guardó en secreto durante cuatro décadas la identidad del padre biológico de Manuel. No fue hasta dos meses después del fallecimiento de Arribas, el 26 de enero de 2021, cuando la actriz se sintió libre para desvelarlo en Deluxe y hablar de ello abiertamente:
“Le vamos a echar mucho de menos, era una grandísima persona. Fue uno de los dos grandes amores de mi vida”, dijo Velasco al acudir al tanatorio a despedirse de él.
La actriz confesó cómo, cuando fue madre por primera vez con 36 años, estuvo a punto de abortar, ya que no veía futuro en su relación con Arribas. "Él estaba casado. Fui madre soltera y para la época fue tremendo, pero quedarme embarazada fue terrible. Fui a un señor a que me lo quitara y cuando estaba en la mesa a punto de hacerlo dije 'No, yo quiero tener este niño'".
Ese niño fue Manuel, que ahora tiene 46 años, es guionista, director de teatro (dirigió las dos última obras de Concha, La habitación de María y El Funeral) y ha debutado como escritor con su primera novela, Cosas que no debes hacer la noche antes de casarte. De hecho, Concha siempre dijo que le gustaría que su hijo Manuel escribiera sus memorias.
El primogénito de Concha explicó que él se enteró de que su padre biológico era Fernando Arribas al entrar a estudiar a la ECAM, donde el realizador trabajaba como profesor. Su madre le contó la verdad y padre e hijo entablaron una relación más cercana, aunque Manuel, que se crió con Paco Marsó, siempre ha dicho que ha vivido sintiendo que tenía dos padres. "Considero que los dos son mis padres por igual, mis primeros 20 años los disfruté con Paco, que fue un padre maravilloso, los siguiente 20 años con Fernando", contó con orgullo.
Manuel también relató cómo propició el reencuentro de sus padres hace unos años, porque sabía que ello era un “asunto pendiente” para su madre. Les convocó a dos en el Hotel Palace de Madrid, el lugar donde se veían de jóvenes. Les dejó solos y al volver se los encontró dándose la mano. Aunque “nunca volvimos a estar juntos, desde ese día fuimos una familia".
El segundo y último gran amor, y el más importante en la vida de Concha Velasco, fue el productor teatral y actor ocasional Francisco Martínez Socías, más conocido como Paco Marsó, nueve años menor que ella, al que conoció en 1966 durante el rodaje de Don Juan Tenorio, cuando él era solo un figurante. Lo suyo fue un auténtico flechazo. “No podía ser más guapo”, recordaba la actriz.
Se casaron en 1977 y tuvieron un hijo, Francisco Martínez Velasco (Paco). Era el segundo, tanto para Concha como para Paco, que ya tenía otra hija, Diana Patricia, de una relación anterior.
El matrimonio con Paco Marsó duró más de 20 años, aunque fue una relación muy pasional y tormentosa, por la fama de vividor, adicción al juego e infidelidades del productor, además de los problemas económicos que sufrió la pareja. “El día que me casé por la iglesia ya no vino a casa, llamé a mi suegra para decirle que iba a llamar a la Policía y me dijo 'ya te acostumbrarás hija' y no me acostumbré". “Debí separarme a los 30 días de casarme”, confesaría tiempo más tarde.
En la última etapa convivían en habitaciones diferentes y pasaban días enteros sin hablarse. “Estaba cansada de que Paco no acudiese un día, ni al otro, o que después llegase y durmiese en el pasillo”, dijo el periodista Antonio Herrera sobre la crisis que vivió el matrimonio.
Aunque ya estaban prácticamente separados, Concha no perdía la esperanza y aún recordaba con tristeza el día que Pacó la dejó definitivamente. “Noté que esa vez era para siempre, porque se había enamorado de una chiquita joven, que es lo que suele pasar”, dijo la actriz, que sintió que perdía “toda su vida”.
Se separaron en 2005 y cinco años después, Paco Marsó fallecía a causa de un derrame cerebral. A pesar de la mala relación que tuvieron, Concha prefirió quedarse con los buenos recuerdos del que siempre consideró “el gran amor de su vida”, y con quien dijo que soñaba que algún día "se le apareciese".
El divorcio de Concha y Paco, que intercambiaron reproches mutuos en televisión, afectó también a la relación del productor con su hijo adoptivo, Manuel, con quien estuvo dos años sin hablarse hasta que se reconciliaron poco antes de que el productor falleciera.
El mal de amores y los problemas económicos son lo único que borraban la eterna sonrisa de Concha Velasco, y que en un momento de su vida la llevaron a tener ideas suicidas. Tal y como contó también en TVE, hace 12 años cayó en una profunda depresión, cuando Paco la había dejado por una mujer más joven y ella estaba arruinada económicamente por los megaproyectos teatrales en los que se había embarcado con él, como Hello Dolly. No fue hasta 2019 cuando Concha Velasco puso fin a años de problemas con Hacienda. "Ya no debo nada, he vendido todo para pagar", dijo.
"Había perdido mi casa, vivía en un hotel y una noche vi en la tele a Paco diciendo que nunca había estado enamorado de mí. Yo cogí todo lo que había en el minibar, me tomé todo los frascos de pastillas que tenía... No me quería suicidar, solo dormirme y descansar". Contó que la salvó su amigo Andreu Buenafuente: "Yo puse a Buenafuente en la tele, porque me encantaba, y empecé a reír, a reír y a llorar, y me dio un ataque de tos, lo vomité todo y me di cuenta de lo que había estado a punto de hacer. Llamé al médico del hotel y me dijo: 'Se ha hecho usted un lavado de estómago viendo a Buenafuente'".
La actriz reveló que tiene una personalidad diferente a la siempre positiva y optimista que conoce su público. Admitió ser solitaria y rencorosa con los que la hacen daño, y confesó que solo perdonó a Paco “cuando murió”, aunque reconoció que nunca había dejado de echarle de menos.
A Concha Velasco, una de las actrices más atractivas de su generación, por su físico, vitalidad y arrolladora personalidad, nunca le faltaron pretendientes. Tuvo muchos otros amores que no llegaron a buen puerto, como José Luis Sáenz de Heredia, el conocido director con el que trabajó en muchas de sus películas , y el actor Juan Diego.
Con el primero, 28 años mayor que Concha, y del que también estuvo muy enamorada, fue ella quien decidió romper porque él estaba casado y nunca quiso dejar a su mujer para tener una relación seria con ella.
En el caso del actor Juan Diego, fallecido en 2022 con 79 años, no estaba casado, y fue una relación muy buena, en la que compartían profesión e ideas políticas, pero tampoco quería comprometerse, por lo que Concha tampoco vio futuro con él. “Fue un amor maravilloso, pero cuando me dijo que no podría casarse conmigo ni tener hijos, ese día se acabó”, explicó la actriz.
Concha Velasco también tuvo algún amor platónico, como el cantante Manolo Escobar, el único que no pudo conseguir. "Me gustaba mucho, cuando me cantó se me cayeron las bragas al suelo. Decir eso es una ordinariez, pero también lo dijo Pretty Woman", bromeó con su particular ironía y sentido del humor al recordar la devoción que sentía por el autor de Mi carro y Viva España, fallecido en 2013.