Según informa la Agencia EFE, la Policía Nacional ha detenido al actor Juan José Ballesta, conocido mundialmente como El Bola, por un presunto robo con violencia. El delito lo habría cometido en una céntrica calle del barrio de Hortaleza, en Madrid, tras haber discutido fuertemente con un conocido al que, posteriormente, le habría robado una cazadora y una cuantía de dinero. Después, habría huido en su vehículo, interceptado por las fuerzas de seguridad, tal y como dicta el informe de la misma agencia.
El incidente se ha producido a las 8:00 de la mañana, en el marco de uno de los peores momentos personales del actor. El pasado 7 de noviembre, tuvo que declarar ante el juez por una denuncia de agresión sexual, presuntamente cometida en su ciudad natal, Parla. La víctima denunció que Juan José Ballesta la había "violado en la calle" acompañado de otro hombre y que, después de la agresión, le "sacó un chuchillo" para amenazarla de muerte "si no hacía lo que le pedía".
La denuncia la interpuso el hospital psiquiátrico en el que estuvo ingresada tras comentar a las enfermeras que "dos hombres la habían violado en julio". Ella sufre de esquizofrenia paranoide y, por eso, el abogado de la acusación particular ha solicitado recientemente la comparecencia de la psiquiatra particular de la víctima declarada para descartar que su clienta "haya fabulado" en torno a lo sucedido.
Estas dos polémicas son las que rodean a Juanjo Ballesta en los últimos tiempos, pero no han sido las únicas. En su juventud, se vio envuelto en varias peleas que trascendieron a los medios de comunicación, como la brutal paliza que le dieron en las fiestas de un pueblo de Toledo, supuestamente, por "haber causado celos" entre las novias de los autores de la agresión, tras firmarles "un autógrafo". En la pelea, Ballesta perdió el conocimiento y terminó con un pómulo, dos costillas y varios dedos rotos.
Lo mismo le pasó, siempre según su versión, en el baño de una discoteca de Illescas, donde un grupo de jóvenes le asaltaron y le dejaron "la cara y el cuerpo destrozados". Él mismo denunció en la televisión las "envidias" que había generado su temprano éxito cinematográfico y, también, que fue esa fama abrumadora la que le llevó a alejarse definitivamente de las cámaras.
Cuando vio que se convertía en el "Justin Bieber español", Juanjo abandonó su carrera de forma radical. A pesar de haber ganado un Goya - que le regaló a uno de sus amigos - tomó ejemplo de su padre y se puso a trabajar como marmolista y albañil por 700 euros al mes.
La gente "flipaba" cuando le veía llegar a la obra o cuando alguno de sus colegas le llamaban para ir a alguna casa "a arreglar un horno", pero el niño prodigio tenía que continuar con su vida. A pesar de encontrar empleo, este actor siempre tuvo problemas con Hacienda, pues, como sus padres le decían, "gastaba mucho más" de lo que conseguía ahorrar.