Unos dan el pistoletazo de salida a la Navidad cuando se comen su primer turrón. Otros, con el anuncio de la Lotería de Navidad. Algunos empiezan a celebrarla cuando vuelven a escuchar los gorgoritos de Mariah Carey y su 'All I want for Christmas is you'. Pero hay un pequeño reducto del público, el de los amantes de lo kitsch, que fechan el arranque oficial de estas fiestas cuando Leticia Sabater estrena single.
Tras el ruido que generó allá por 2016 con la que sigue siendo su obra cumbre, 'La Salchipapa', Leticia decidió asumir su papel como reina de lo viral creando canciones-evento. Fue así como 'Toma pepinazo' ("y me lo como yo, yo yo", seguía) o 'Tukutú' ("culito con culito, colita con colita", cantaba) se fueron incorporando a su discografía.
El éxito de su música, para sorpresa de muchos, era más que reseñable. No había videoclip que no generase conversación en redes. Y cuando estábamos a punto de entrar en las Navidades de 2018, Sabater decidió ampliar su nicho de mercado y probar con un nuevo género: el de los villancicos. "Ya está aquí tu Leti con el polvorrón, que entra muy suave" eran los primeros versos de 'El polvorrón', un polémico tema con el que invitaba a Papá Noel a "tocar la zambomba" y animaba a sus oyentes a ir "al turrón".
Luego vinieron 'Trínchame el pavo' o 'Papá Noel, You're the only one', con los que hizo de la costumbre tradición. Hasta lanzó en 2021 su propio disco recopilatorio de villancicos a lo Dolly Parton, Sia, Ariana Grande, Justin Bieber o Raphael bajo un título que no llevaba a engaño: 'Merry Christmas'. Pero fue hace justo un año, con 'Papá Noel, lléname el tanke', cuando se pasó el juego de lo polémico.
Aunque su letra buscaba recrear una cena de navidad cualquiera con las licencias propias de Sabater ("Esta noche tú y yo nos vamos a despechugar, un pedito rico en la cena de Navidad; ponte un gayumbo sexy rojo pa' perrear, mete el anillo en la copa y salte pa' chingar", rimaba), el hecho de incorporar el concepto 'tanque' en plena guerra entre Rusia y Ucrania fue visto como una provocación más que no le pasó factura mediática.
Porque sí, este año ha mantenido la misma dinámica. Y lo ha hecho aportando un extra macabro a su propuesta escénica. Lo que arranca como una canción de desamor al uso (la melodía es la del mítico 'Last Christmas') termina con una sucesión de escenas en las que le rompen una botella en la cabeza, le pegan un tiro en el pecho, le clavan unas tijeras de carnicería y le acuchillan con un hacha hasta el punto de sacarle los sesos. Pero ella, a pesar de todo, sigue cantando a la Navidad vestida de una Mamá Noel en lencería. Un símbolo, quizás, de que Leticia Sabater siempre termina sobreviviendo a cualquier vicisitud.
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