Hace 14 años, el periódico The Sun informaba al mundo sobre la hospitalización de un miembro del rodaje de las películas de Harry Potter. En concreto, se refería a un accidente que se había producido en el set durante el rodaje de la última de las películas de la saga, Las Reliquias de la Muerte. El gimnasta y doble de Daniel Radcliffe, actor que dio vida al niño que sobrevivió, había sufrido un fuerte golpe mientras se encontraba colgado en el aire con un arnés, por culpa de una de las explosiones simuladas que luego veríamos en la entrega final de la historia mágica.
Ese día, la vida de David Holmes, de tan solo 25 años, cambió por completo. Él, que siempre fue un niño con mucha energía que decidió dedicarse a la gimnasia y acabó siendo el doble de riesgo de uno de los personajes más icónicos del cine de ciencia ficción, había cumplido con éxito su cometido durante años de duro trabajo. Era David quien, en los millonarios rodajes, se caía de la escoba en los partidos de Quidditch, peleaba contra el Cola Cuerno, corría en la sala de las profecías o luchaba contra los secuaces de Voldemort.
Y tuvo que ser en la última de las películas, dividida en dos partes, cuando su destinó cambió. Tras la explosión citada, David Holmes cayó al suelo, provocando el pánico entre todos los presentes. El doble se mantuvo consciente durante todo momento pero, cuando se quejó de que no podía "sentir las piernas", fue trasladado de forma inmediata al hospital, temiendo que pudiera haber sufrido una lesión medular. Desgraciadamente, así fue, y el joven quedó en sillas ruedas para el resto de su vida.
Tanto tiempo después, su excompañero y amigo le ha rendido homenaje produciendo un documental sobre la vida de David, antes y después del accidente. Los rodajes fueron tan intensos que, entre ellos, surgió una gran amistad, que ha superado todo tipo de barreras e inconvenientes. Y, ahora, Daniel ha publicado un impactante vídeo en sus redes sociales sobre cómo eran los atrevidísimos entrenamientos del otro Harry Potter.
En las imágenes, el famoso actor describe la actividad de David como algo asombroso, "pues hacía las cosas más locas y peligrosas" que uno podía imaginar e, incluso, hacía que "parecieran fáciles". Muchas veces, según dice, David "entrenaba por diversión" junto a otro de los compañeros de riesgo pues, para él, conseguir el papel del doble de Potter había sido "lo mejor que le había pasado en la vida".