Tras la muerte de Matthew Perry, el irónico y querido Chandler Bing, mucho se ha hablado de la época dorada de Friends. La famosa sitcom, que debutó en los años '90 y, en seguida, penetró en el corazón de los hogares, supuso un abismal salto a la fama para sus seis protagonistas, entre los que estaba la siempre bella Jennifer Aniston. Su papel de Rachel, que evolución de niña-pija-consentida a mujer empoderada y protagonista de una inolvidable historia de amor, supuso para la actriz una escandalosa fuente ingresos.
Con ellos, pudo comprar una lujosa casa en la cima de Laurel Canyon, bautizada con el nombre de 'La Joya de la Corona'. Se trata de un millonario complejo compuesto por una casa principal en la que hay dos dormitorios y dos baños, una casa con piscina, otra de huéspedes y un bungalow que recibe el nombre de ‘El Nido de Nestor’, en honor a uno de sus antiguos moradores: el español Néstor Almendros, ganador del Óscar a mejor fotografía en 1978.
Su privilegiada situación geográfica - está construida en una atalaya desde la que se ve toda la ciudad de Los Ángeles - fue el dato definitivo que convenció a la actriz para adquirir la vivienda, que abandonó hace ya años. Ahora, su último inquilino la ha abandonado y vuelve a estar a la venta por el escalofriante precio de dos millones y medio de dólares.
La residencia ha vuelto a llamar la atención tras conocerse el trágico fallecimiento de uno de los pilares del elenco de la serie: Matthew Perry. La fama que este actor también alcanzó y que tanto buscaba como una forma de parchear sus carencias de la infancia no fueron suficientes para superar sus problemas de autoestima y adicción. Su cuerpo fue encontrado, paradójicamente, en la impresionante casa con jacuzzi que, al igual que Aniston, pudo comprarse en LA, con los 20 millones de dólares que cobraba al año por los derechos de la sitcom.