Meryl Streep, premio Princesa de Asturias de las Artes 2023: ¿Qué tragedias marcaron su vida?

Maryl Streep es una de las mejores actrices de Hollywood. Su caché oscila en los 22 millones de euros por película. La artista de 74 años tiene el récord en nominaciones a los Globos de Oro con 31 candidaturas y es una de las seis intérpretes en toda la historia del cine que ha ganado tres Óscar. Ahora, la intérprete se encuentra en Oviedo para recibir el Premio Princesa de Asturias de las Artes tras haber sido nominada por Pedro Almodóvar.

La actriz, que ya ha sido recibida en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, ha tenido una vida fuera de las polémicas. Pero después de su larga trayectoria profesional, Streep ha sufrido una serie de tragedias que le marcaron su vida. Algunas de ellas, relacionadas con un gran amor, con perder el papel de su vida o sentir que no era lo suficientemente guapa para Hollywood.

Meryl Streep, en su recibimiento oficial en el Hotel de la Reconquista, ha bailado al compás de las gaitas de Oviedo con emoción y simpatía. Las redes sociales se han llenado de comentarios positivos, por sus tiernos movimientos, tras saludar y mandar besos a todos los que asistieron al evento.

Meryl Streep Perdió a su gran amor con 28 años

Meryl Streep tiene un gran catálogo de películas a sus espaldas. ‘Mamma Mia!’, ‘Los puentes de Madison’, ‘La decisión de Sophie’ y ‘Mary Poppins’ son algunas de ellas. Aunque no se conocen muchos detalles sobre ella, Streep guarda una serie de tragedias que han cambiado su vida. Con 27 años, conoció a John Cazale, actor famoso de El Padrino y que tenía 14 años más que ella. Ambos se conocieron en los ensayos de una obra de Shakespeare pero, poco después de comenzar su historia de amor, a Cazale le diagnosticaron un cáncer de pulmón.

Desde que recibieron el diagnóstico, los dos solo pudieron compartir diez meses más hasta su fallecimiento. Seis meses después, se casó con Don Gummer, con quien ha compartido más de cuatro décadas de matrimonio.

Perdió el papel de su vida: ‘King Kong’

A Meryl Streep se le han escapado pocos papeles en su vida y 'King Kong' fue uno de ellos. Y es que ella siempre ha sido temida por las demás actrices de su generación por conseguir todo lo que se proponía. Excepto en dos ocasiones en las que perdió frente a Jessica Lange, la artista que consiguió el papel en la famosa película dirigida por Peter Jackson y la de Patsy Cline.

La mayor tragedia para ella fue la escena que sufrió en el casting de ‘Lo que queda del día’, la película de James Ivory sobre la novela de Kazuo Ishiguro. Lo protagonizó Anthony Hopkins, en el papel del mayordomo Mr. Stevens, y Emma Thompson, quien finalmente se llevaría el Oscar a la Mejor Actriz. El director encargado de rodarla era Mike Nichols y su pareja protagonista eran Jeremy Irons y Streep. Hasta que todo dio un giro de guion. El director decidió que no encajaban para los papeles y la película pasó a otra persona. Streep no fue informada por su agente y continuó persiguiendo el papel. Al final, se enteró de todo lo sucedido, lo despidió y no consiguió el papel.

Maryl Streep en el programa cultural de Oviedo:

Siempre pensó que no era guapa para Hollywood

Para pagarse sus estudios, Meryl Streep tuvo dos trabajos: uno de camarera y otro de mecanógrafa. Entre medias, aceptaba todos los papeles teatrales que podía. Hasta que llegó a un punto en el que contempló la idea de abandonar la interpretación y pasarse a la facultad de Derecho. En el examen de admisión, Streep se quedó dormida y entendió que ese no era su camino. Y triunfó en Broadway.

La actriz siempre ha pensado que no era guapa para Hollywood por lo que ocurrió en el casting de ‘King Kong’ con el productor Dino de Laurentis. Cuando él la vio, le dijo en italiano a su hijo y ayudante: “Es muy fea. ¿Por qué me traes esto?”. Streep, que conoce el italiano, le respondió con ingenio: “Lo siento, pero esto es lo que hay”. Y es que los críticos no dejaron de recordarle que no tenía esa belleza que caracteriza a Hollywood. Tras el estreno de ‘La mujer del teniente francés’ en 1981, confesó que no se veía bien: “No puedo evitar pensar que debiera haber sido más guapa”.