Este lunes, Kevin Spacey llegó a temer por su vida. El actor se encontraba en el 15º Festival Internacional de Cine de Tashkent, en Uzbekistán, cuando un fuerte dolor en el pecho le hizo pensar que estaba sufriendo un ataque al corazón. Esto, sumado al hecho de que su brazo izquierdo empezó a entumecerse durante unos ocho segundos, hizo que fuese trasladado de urgencia desde el Museo Afrasiyab, en Samarcanda, hasta la Clínica de Diagnóstico Innova.
Allí le sometieron a las pertinentes pruebas médicas, entre ellas una resonancia magnética. Pocas horas más tarde, el equipo del centro le confirmó que su estado de salud era "normal", que no había sufrido ningún problema cardiaco reseñable y que podía recibir el alta. De hecho, esa misma noche, el actor de 64 años no solo acudió subió a la ceremonia de clausura del festival: también quiso subir al escenario para agradecer la invitación y tranquilizar a los allí presentes sobre su situación.
"Hoy he vivido aquí algo inesperado", les confesó. Después de narrar las horas previas a esta intervención, esas en las que pensó que su vida podría peligrar, el ganador de un Oscar por 'Sospechosos habituales' confirmó que todo había se había quedado en un susto. "Finalmente resultó ser algo completamente normal, y estoy agradecido de que no sea nada más grave", manifestó, confesando también que este pequeño percance le hizo replantearse su futuro: "Me hizo reflexionar sobre lo frágil que es la vida para todos nosotros".
Este percance ha coincidido con una de sus primeras apariciones públicas desde que fue absuelto de las acusaciones de nueve cargos de agresión sexual. Unos delitos que habría cometido contra cuatro hombres entre 2001 y 2013 y de los que fue considerado "no culpable" en julio de este año por el jurado de un tribunal de Londres.
Ahora que se encuentra libre de cargos, el reto al que se enfrenta Kevin Spacey es complicado: su intención es reconstruir su carrera y su imagen pública tras "perderlo todo en cuestión de días" por una serie de acusaciones que provocaron que fuese 'eliminado' de una industria a la que pretende volver. De esto también habló en este discurso de cierre del Festival de Cine de Tashkent, donde aseguró que sus "mejores papeles están por llegar". Por el momento, ya cuenta con tres proyectos pendientes de estreno: las películas 'Control', 'Gore' y 'Peter Five Eight', todas ellas con él como protagonista.