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Casi un mes después de que la reputación de la cantante Lizzo se hundiese tras la demanda presentada contra ella y su compañía por tres ex bailarinas, alegando acoso sexual y malas condiciones laborales, la rapera texana ahora quiere devolver el golpe a las demandantes.
Era sólo cuestión de tiempo que la cantante finalmente decidiera acudir a los tribunales. "Mi ética de trabajo, moral y respeto han sido cuestionados", denunciaba Lizzo en su primer comunicado después de que la demanda llegara a los medios. A los pocos días se anunció que había contratado a un prestigioso abogado, Marty Singer, representante de Bill Cosby y Johnny Depp, entre otros controvertidos famosos.
Según la revista People, Singer compartió fotos de las tres ex bailarinas -Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodríguez -, en las que se muestra como "retozan felizmente detrás del escenario" con los artistas del espectáculo de cabaret del Crazy Horse de París en topless.
En la demanda presentada contra la rapera, las bailarinas afirmaron que estaban "sorprendidas de que Lizzo les ocultara la naturaleza del evento, quitándoles la opción de no participar". Así, según el abogado, estas nuevas imágenes desmentirán las acusaciones presentadas por las bailarinas, ya que este hecho tuvo lugar el 5 de marzo de 2023, "un mes antes de la visita de febrero de 2023 a Bananenbar en Ámsterdam, de la que se quejan", aclaró.
Esta versión de los acontecimientos también se justificará en que Davis, una de las bailarinas, habría enviado una cinta de audición para el programa de televisión de Lizzo, "Watch Out for the Big Grrrls", en la que decía que quería "seguir sus pasos".
"Después de que el vídeo de la audición de la Sra. Davis se hizo público, ella trató de explicar sus comentarios entusiastas sobre Lizzo afirmando que la 'mayor parte' de sus acusaciones se basaban en cosas que sucedieron después. Esa excusa está completamente contradicha por los hechos, incluidas estas imágenes", recalcó Singer.
Por consiguiente, afirma que "la demanda es una farsa" y que Lizzo va a demandar "por enjuiciamiento malicioso" cuando se desestimen los hechos de los que está acusada.
Por otra parte, la abogada de las bailarinas, Neama Rahmani, defiende que ellas estaban sonriendo "porque querían mantener sus trabajos. Tenían facturas que pagar como todos los demás, pero finalmente tuvieron suficiente", explicó.