Cuando, el pasado 29 de mayo, el Presidente del Gobierno anunció el adelanto de las elecciones generales, toda España temió, además de por el futuro político de nuestro país, por lo más ansiado para un trabajador: sus vacaciones. La fecha elegida por Pedro Sánchez - que cumple con la obligación de dejar pasar 54 días desde la convocatoria hasta la celebración - ha hecho sudar, figurada y literalmente, a muchos ciudadanos que llevan todo el año soñando con sus merecidos días de desconexión.
Conscientes del disgusto generalizado que podría ocasionar el perder un viaje a las Bahamas (o a Cullera, nos da igual) por ser solicitado para formar parte de una mesa electoral, la Junta Electoral Central ha sido comprensiva y ha aceptado la contratación de las vacaciones como una de las causas principales de exención. Por eso, Marta, una mujer que ha dado a luz a dos niños gemelos y prematuros (nacieron en la semana 35) y que todavía se está recuperando de una complicada cesárea que le ha causado un cuadro de anemia, no tenía la menor duda de que la JEC también iba a comprender su situación.
Tanto ella como su marido se agobiaron cuando, una vez en casa con sus bebés, a él le llegó una carta para ser suplente segundo vocal en una de las mesas electorales de su distrito el 23 de julio. Justo ahora. En un momento así. Cuando ella está tan limitada para el cuidado de sus recién nacidos:
"Explicamos cuál era nuestra circunstancia extraordinaria, pues yo acaba de dar a luz por cesárea a dos bebes prematuros, me estoy recuperando todavía de una intervención en la que perdí mucha sangre y tenemos en casa a dos bebés prematuros. Sabemos que tiene que haber varias bajas para que acaben llamando a mi marido como suplente segundo pero, como va a haber tanta gente fuera de sus ciudades, pensamos que sí podría llegar a ocurrir. Por eso, Jorge alegó cargas familiares graves como motivo de exención", ha dicho en exclusiva para Yasss.
Y con eso, se quedó tranquila. Ni por asomo se imaginaba que la respuesta a su solicitud iba a ser un rotundo NO. "Nos dijeron que no era una excusa suficiente, cuando conocemos gente que ha quedado exenta porque tenían un viaje pendiente (y nos alegramos mucho por ellos, ojo)", se ha quejado la afectada. "Hasta ahora, no sabíamos que por baja maternal yo quedo totalmente exenta e, incluso, por cuidado de bebés, no tendría que acudir a una mesa electoral hasta los 9 meses. Pero resulta que las bajas paternales no cuentan como exención, solo las de las madres", ha dicho, muy enfadada por lo discriminatorio de esta normativa.
Sin más posibilidad de réplica, Marta ha asumido que se tendrá que quedar "sola con los niños" o pedir "ayuda a los suegros", aunque estos, como corresponde a las fechas estivales, estén fuera de su ciudad. Pero, lejos de conformarse, ha querido dar esta entrevista para que quede constancia de su decepción con las instituciones y para que se le de a los cuidados familiares la importancia que merecen.