"¿Por qué me empujas a ser femenina?", pregunta retóricamente Ptazeta. En el estudio donde realizamos el reportaje, Zuleima González se siente cómoda para explicar cómo se ha sentido en situaciones parecidas. Cuenta cómo, en alguna ocasión, se ha encontrado con faldas y tacones para el shooting; prendas y zapatos que no van acorde con ella, al menos la Ptazeta que hoy quiere ser. Esta vez, posa cómoda con el vestuario elegido y se refleja en el resultado.
También en el ambiente que se genera desde el primer momento. "Ahora me pasa menos porque me estoy enfadando más", dice. Sin embargo, la Zuleima que entrevistamos en Yasss derrocha buena energía. Es uno de sus rasgos más característicos, al igual que su estilo y naturalidad. Ingredientes clave, junto a su talento, para haberla llevado a convertirse en todo un referente femenino en la industria del rap y del colectivo LGTBI.
Ptazeta habla y canta sin tapujos sobre su orientación sexual. De hecho, fue la premisa de su primer éxito, Mami, una oda al lesbianismo con la que todas las chicas que deseaban gritar su amor por otra chica pudieron hacerlo. La rapera, incluso, relata algunos mensajes que le llegaron: "Me escriben 'Tía, escuché Mami y salí del armario' o 'Mami es la canción mía y de mi novia'". Historias que la llenan de orgullo: "¿Para eso estoy no? Para defendernos"
"Zule", como la conocen en su círculo más cercano, sabe que es una de "las caras visibles" del colectivo y le encanta cumplir ese rol. Pero, también, quiere tener la libertad de ser la mujer que le apetezca ser en cada momento, sin ser juzgada. "¿Y si quiero tener novio?", lanza la rapera. Es una posibilidad que ahora no se plantea, pero le gustaría que, llegado el caso, nadie la pusiera en duda: "La gente se lo tendría que seguir tomando bien". Por eso se define como "rompedora de estereotipos". Porque no se trata de definirse por el género, sino de ser uno mismo y defender lo que nos mueve en cada momento, la esencia de Ptazeta y su música.