Autoras jóvenes de literatura romántica, como Joana Marcús o Alice Kellen, enamoran a miles de lectores apasionados, que esperan colas de varias horas para el encuentro con los creadores de los libros que devoran. Es la Feria de Madrid, un paraíso para los amantes de la lectura que atrae a más de tres millones de personas en apenas dos semanas. Aquí, a nadie le ocurre lo que a Suzanne Young, una estadounidense que se encontró sola en la presentación de su obra.
Libreros, editores y distribuidores quieren estar en este gran fenómeno cultural, dispuesto a superar los 600.000 libros vendidos el año pasado. Pero nada sería posible sin lectores y autores, tanto los que se inician en la aventura de escribir como las firmas más consagradas. Cada uno en su papel, disfrutando del amor a los libros y de la emoción de pasear ante el mayor escaparate que nos invita a descubrir nuevas vidas e infinidad de historias.