Megan Fox habla sobre su dismorfia corporal: "Nunca hubo un momento donde amase mi cuerpo"

Megan Fox nunca ha tenido una relación fácil con su cuerpo y así lo ha confesado en su nueva portada en Sport Illustrated. La actriz dice haber tenido problemas con su imagen corporal durante toda su vida como también le ocurrió a Taylor Lautner.

Pese a que no es la primera vez que habla del tema, ya que en 2019 lo hizo con Entertainment Tonight, Fox afirma que “nunca se sintió cómoda con su cuerpo”. Tema que también aparece en la actualidad por los efectos de las redes sociales y sobre cómo esto afecta a la percepción del físico. Además, se plantean nuevos debates sobre que aparezca o no un aviso de cuando se utilizan los filtros para evitar construir un ideal inalcanzable.

Una obsesión desde pequeña

“Nunca me veo a mí misma como me ven los demás como tampoco hubo un momento en mi vida donde amase mi cuerpo, nunca”, aseguraba. Y es que la actriz de 37 años ha tenido que lidiar toda su vida con la dismorfia corporal. Una condición psicológica donde las personas se obsesionan con su aspecto físico y solo son capaces de ver sus defectos.

La actriz de Transformers recuerda que las inseguridades siempre han formado parte de su vida, incluso cuando era pequeña. “Era una obsesión que tenía de pensar que tenía que verme de una manera concreta”. Aunque sigue sin entender por qué tenía conciencia del físico desde tan joven, sabe que “el viaje para amarse a sí misma será interminable”.

El tema de sus pulgares en Internet

Megan Fox decidió tocar un tema que aparece bastante en las redes sociales: sus pulgares. La actriz, utilizando el humor, contó que “no entiende por qué la gente está fascinada con sus pulgares”. Al igual que tampoco hubo un momento en el que pensase que fueran raros.

 Según el medio la nación, Megan declaró tener “pulgares de asesino” porque se mide el temperamento de una persona en función de la distancia entre la punta del pulgar y la primera articulación de este.

Un momento de ruptura en 2009

La actriz aseguraba en su entrevista de 2019 que llegó a su momento más crítico con el lanzamiento de Diabólica tentación en 2009. “No quería que me vieran, no quería echarme fotos, caminar sobre una alfombra o que me vieran en público. Sentía miedo y tenía la creencia de que se burlarían de mí o me escupirían. Pasé por un momento muy oscuro después de eso”.

En otra entrevista realizada en 2021 para British GQ Style, ella recordaba que no todo es lo que parece. “Podemos mirar a alguien y pensar: 'Esa persona es tan hermosa. Su vida debe ser muy fácil. Y lo más probable es que no se sientan así consigo mismos”, decía.