Ya no valen sólo los tradicionales castings en el mundo de la interpretación. Ahora cuenta, y mucho, el número de seguidores en redes sociales.Tener cientos de miles o millones se ha convertido en un valor, en un nuevo baremo a la hora de contratar. La popularidad va arrinconando al verdadero talento.
Leonardo di Caprio y Kate Winslet, Natalie Portman o Vigo Mortensen, Miley Cirus... Hasta los más grandes tuvieron que pasar por un casting. Dicen que a Audrey Hepburn le bastó una mirada para protagonizar 'Vacaciones en Roma'.
Pero cómo ha cambiado el cuento. Que se lo digan a la actriz Elle Fanning: "No conseguí el papel para una película realmente grande porque, según me dijeron, y supongo que no era la única razón, no tenía suficientes seguidores en Instagram".
La actriz Samantha Colley dice también estar cansada de que le pregunten constantemente por sus redes sociales, pero la industria cree que cuantos más los sigan, más público tendrá también su película. Si al talento le suman los 179 millones de seguidores de Zendaya, entre otras figuras, el papel está asegurado.