Es una de las actrices más queridas e icónicas de Hollywood. Su multitud de trabajos en la pantalla, sobre todo en la década de los noventa, ha hecho que su carrera sea completamente intachable.
Meg Ryan, la que para muchos es la verdadera 'novia de América', es, sin lugar a dudas, una de las intérpretes más queridas entre el público.
No obstante, desde hace años su trabajo se han visto reducidos y, en la actualidad, la actriz solo escoge participar en los proyectos que de verdad le llenan y le interesan. Tampoco es muy usual verla desfilar por las alfombras rojas.
Cada vez que realiza una aparición los focos se vuelcan con ella y los reporteros le invaden a preguntas sobre su vida profesional y privada. Sobre su vida privada siempre se ha mostrado bastante cauta y, casi nunca, hace revelaciones al respecto. En vida privada también aparecen temas como sus supuestos retoques estéticos u operaciones estéticas. Intervenciones que siempre ha negado pese a la opinión del público.
Uniendo esta negación a las operaciones estéticas y sus pocas apariciones ante los medios, cada vez que la consiguen fotografiar su físico se convierte en tema de conversación.
Por eso, no es de extrañar que su última aparición pública haya suscitado una revolución a través de las redes sociales.
Ha sido en el estreno del documental de Michael J. Fox, en el que se narra la historia del actor mientras padece Párkinson, cuando Meg Ryan se ha dejado ver.
Visiblemente cambiada y más hinchada, la actriz posaba con le actor y directo del documental. Nada más hacerse públicas las imágenes, las redes no tardaban en comentar qué cambios o retoques físicos se podría haber hecho la actriz.
Sea como fuere, Meg Ryan se mostraba ajena a cualquier tipo de críticas al, desafortunadamente, estar más que acostumbrada a ser víctima de estos rumores a sus 61 años.