Sara Sanz tiene 22 años y se define a sí misma como “mocatriz”, pues como artista no hay terreno que se le resista. Su nombre artístico es Sazza y, además de desfilar para grandes marcas y triunfar con sus cuadros en medio mundo, también probó suerte en el Benidorm Fest con ‘Im so gay’, un tema que asegura que nunca verá la luz y se lo cedería a otra artista como Ptazeta, por ejemplo.

Además de por su evidente talento, Sazza visibiliza en redes sociales el amor que siente por Vicco, la ganadora moral de la última edición del festival con su ‘Nochentera’. Ambas comparten vida desde hace doce meses cuando se conocieron mientras escribían canciones y desde entonces se han vuelto inseparables.

Conocemos, en primicia, a Sazza que de mocatriz tiene poco y de artista muchísimo.

-¿Qué diferencia tu proyecto musical del de tantas otras artistas?

Trato de tener un sonido muy propio y que la gente no me pueda categorizar con ningún otro artista porque no me gustan las comparaciones. Quiero unir emocionalidad con urbano.

-¿La calle es tu mayor influencia?

He viajado mucho, conocido muchas culturas y escuchado distintos sonidos… ¿Sabes cuando vas por la calle y ves a alguien tocando? La gente no se para y yo siempre lo hago. Me parece que tiene mucha verdad y por eso considero que tengo influencia callejera.

-¿Eres de esas artistas comprometidas con ciertas luchas que aprovechan su proyección para lanzar mensajes?

No escondo nada. Le canto a la gente del colectivo LGTBIQ+ porque pertenezco a él y lo visibilizo de manera natural. Si me preguntan en una entrevista sobre cualquier tema de actualidad, daré mi opinión libremente.

-A pesar de ser ‘mocatriz’, tal y como tus propias amigas te definen y no les falta razón, has crecido formándote de manera constante. ¿Crees que se está empezando a reconocer tu evidente talento?

He dado muchos tumbos en mi vida. De hecho, mi madre dice “siempre vas por todos los caminos pero en realidad no vas por ninguno” y yo le digo que no sé hacerlo de otra manera. Le debo mi vida al arte, da igual si vivo desplumada y no tengo dinero porque lo hago de corazón. Ahora se muestra orgullosa porque verdaderamente cree que he encontrado mi lugar en el mundo y yo también lo creo así.  

-¿Crees que se está empezando a reconocer tu talento?

Creo que sí. Y te diría que mi mayor aprendizaje en cualquiera de los sectores a los que me dedico ha sido el de no mirar las agujas del reloj ajeno, es decir, no tender a comparaciones porque cada uno tiene su tiempo y sus propias vivencias. Hay casos que acaban de empezar y lo petan fuerte y otros que llevan dedicándose a lo mismo durante 30 años y al 31 es cuando lo pega fuerte…

Soy muy autoexigente conmigo misma. Acabo de empezar y quiero hacerlo todo bien tomándome mi tiempo. Lucha con esa voz interior que me pide prisa y el arte va más lento.

-De no ser artista, ¿a qué otra cosa te habrías dedicado?

A decorar edificios. Me parece súper bonito dar vida a grandes infraestructuras, aunque también me habría gustado ser psicóloga.

-¿Volverás a intentar participar en futuras ediciones del Benidorm Fest?

Creo que no. Más allá de la visibilidad que tiene, se trata de representar a un país entero en el festival de música más importante a nivel internacional y eso es muy fuerte, por lo que le tengo mucho respeto. Hay gente que lo podría hacer mucho mejor que yo.

Por ejemplo, mi pareja se presentó este año consiguiendo la canción más escuchada y tengo amigos increíbles que también se han presentado durante estas dos ediciones y ha sido una ventana de exposición muy interesante. Por ahora, creo que mi proyecto musical no encajaría del todo en el Benidorm Fest porque no lo tengo ni claro yo.

-¿Qué tal se lleva en la relación el éxito que está teniendo Vicco?

Es como si me estuviera pasando a mí. Vivimos juntas y la acompaño a muchos eventos. Le aporto paz porque la quiero y la cuido cuando llega a casa.

Estoy muy orgullosa de ella porque la conocí hace un año más o menos en un campamento de composición en Asturias y he visto su evolución. La admiro y siempre lo he hecho. Me alegra que todo el mundo vea ese talento que yo vi desde el principio.