Fue hace más de 500 años cuando los españoles, durante la conquista de los pueblos originarios de América, llevaron consigo el idioma y propagaron nuevas palabras y sonidos. Hoy en día, la mayor parte de los hispanohablantes se encuentran en México y Latinoamérica. De hecho, en el país azteca hay más de 100 millones de personas que hablan un idioma que se conoce hasta en 20 países.
Por ello, durante el IX Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Cádiz, donde el rey Felipe VI se animó a tocar un cajón de flamenco, el escritor argentino Martín Caparrós pidió abrir el debate y propuso "ñamericano" como nuevo nombre de dicho idioma. En los mismos términos se pronunció el escritor mexicano Juan Villoro, quien apuntó que, "en rigor", el idioma debería llamarse "hispanoamericano".
Para Martín Caparrós, "es hora de buscar un nombre común" a este idioma. A él se le ocurre "ñamericano", que preserva la originalidad de la virgulilla de la ñ, resultado, ha contado, de la "pereza" de los monjes por escribir dos veces la n.
El autor del ensayo 'Ñamérica' considera que la palabra 'español', que cuando la inventaron los fenicios significaba "tierra de conejos", es "sin duda peliaguda". España es hoy un país "colmado de españoles que quieren, o no, serlo" y que "no deben creérselo del todo, porque tienen que repetirlo tres veces y cantan 'Yo soy español, español, español'", dijo Caparrós.
A su juicio, buscar otro nombre sería enriquecer una lengua que se ha formado "con la respiración de muchas lenguas y que no se atribuye a ningún reino". "Sería lógico que 450 millones no quieran pensar que hablan la lengua de otro", subrayó.
Para Juan Villoro, el mestizaje de la lengua española ha avanzado tanto que ha dejado atrás épocas en las que pareciera que el español "sólo se hablaba de una manera" y en las que el conserje de un hotel de Madrid no entendía cuando un cliente peruano le llamaba para decir, "Disculpe, el caño de la tina se ha malogrado: necesito un plomero".
El escritor peruano Alonso Cueto ha celebrado que ahora el "tráfico de palabras" entre uno y otro lado del Atlántico es "más nutrido que nunca" gracias "al camino" que han marcado editores como Carlos Barral, que publicaron en España novelas de escritores como Mario Vargas Llosa o Juan Rulfo. La "polinización" de la lengua se ha extendido también a través del turismo, el comercio, la inmigración o la televisión, resaltó.
La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASale) ha elegido precisamente la localidad peruana de Arequipa como sede del X Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebrará en el año 2025.