{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
A cuatro días del 8M, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba este fin de semana que el Consejo de Ministros va a aprobar la tramitación de la ley de representación paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, entre ellos el propio Consejo de Ministros, la dirección de las grandes empresas o los colegios profesionales.
También se exigirá un mínimo del 40% de mujeres en los jurados de premios públicos. Ningún galardón o reconocimiento financiado con dinero público podrá ser otorgado por un jurado que no respete la paridad con, al menos, ese tanto por ciento de mujeres al frente.
Así las cosas la pregunta es: ¿qué pasará entonces con los premios nacionales, el Cervantes y el resto de grandes premios con participación pública? ¿Están adaptados los jurados o tendrán que hacerlo para ser paritarios? Veamos si pasan este examen los principales premios del ámbito de la cultura.
Lo cierto es que la mayoría de los premios nacionales dependientes del Ministerio de Cultura llevan años adaptando sus jurados.
En 2005 una orden del ministerio ya establecía, por primera vez, la necesidad de velar por la paridad. Un cambio que se asentó con los Observatorios de Igualdad y con la Ley de Igualdad de 2007, donde se establece la obligatoriedad de "promover la presencia equilibrada de mujeres y hombres en los órganos de selección y valoración".
Por tanto ése es un camino que, al menos en Cultura, está bastante recorrido, tal y como explica la directora general del Libro y Fomento de la Lectura, María José Gálvez a NIUS: "Cuando llegué al Ministerio de Cultura y Deporte como directora general del Libro y Fomento de la Lectura existía un Observatorio de Igualdad. Se creó en la época del ministro Guirao, junto con las asociaciones más representativas de las mujeres en la cultura, con el objetivo de impulsar la presencia de las mujeres en todas las manifestaciones culturales y en puestos de responsabilidad".
Y desde entonces, basándose en esas disposiciones, en las convocatorias de la treintena de premios nacionales se recoge que en la composición del jurado se respetará lo establecido en los artículos 51 y 54 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres: "La composición del jurado respetará el principio de presencia equilibrada de hombres y mujeres, de modo que las personas de cada sexo no superen el sesenta por ciento ni sean menos del cuarenta por ciento del total de los miembros", especifica Cultura.
"Los jurados de los Premios Nacionales, de los que más de la mitad dependen de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura, son paritarios. Al menos la mitad de los miembros del jurado somos mujeres", aclara Gálvez.
Por eso:
Aunque la paridad se viene cumpliendo en estos premios, la ley aportará varias novedades. La primera es que hasta ahora el equilibrio entre sexos tenía rango de recomendación, de objetivo al que se debía tender. Ahora se convertirá en una obligación.
Precisamente, la obligatoriedad traerá como segundo efecto importante que la paridad se extienda más allá de los principales premios, más sometidos al escrutinio público. Hay muchos otros premios que son iniciativa de diputaciones, cabildos, ayuntamientos, mancomunidades, comunidades autónomas y otras entidades que los convocan anualmente. Todos ellos deberán ajustar la composición de sus jurados.
El Premio de Literatura en Castellano Miguel de Cervantes "es el máximo reconocimiento a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española", de acuerdo con el MInisterio de Cultura.
De todos es sabido que este premio, dotado con 125.000 euros, se considera el más prestigioso galardón de la lengua española. Y en este premio el jurado lleva un lustro con más mujeres que hombres en su composición
En los últimos cinco años, excepto en 2018, (que había cinco hombres y cuatro mujeres) lo han formado igual número o más de mujeres que de hombres.
El de 2022, que seleccionó al poeta venezolano Rafael Cadenas, estaba compuesto por 6 mujeres y cuatro hombres.
Si bien la gran mayoría de premios nacionales ya cumplen el requisito propuesto por el presidente del Gobierno, los premios que otorga la Fundación Princesa de Asturias, no.
Claro que estos galardones pertenecen a una entidad privada que, eso sí, recibe de las arcas del estado alrededor de 800.000 euros anuales en subvenciones directas. El 15% de la financiación de la Fundación Princesa de Asturias procede de las administraciones públicas, y el resto de sus mecenas privados.
Los premios Princesa de Asturias pretenden distinguir la labor científica, cultural, social y humanística de varias personas o instituciones durante los últimos años. Los ganadores de las diferentes categorías reciben un premio que asciende a 50.000 euros y que se reparte a partes iguales entre los galardonados en caso de que sea compartido.
Cada año alrededor de 180 personalidades, expertas en cada una de las materias, integra los ocho jurados encargados de seleccionar a los galardonados (uno por cada premio). Jurados que este año empezarán sus deliberaciones entre los meses de abril, mayo y junio, Todavía no se conoce quiénes los formarán.
Pero lo que sí se sabe es lo que pasó en los últimos Premios Princesa de Asturias donde hubo menos mujeres que hombres en todos los jurados, en algunos casos con una gran diferencia:
Preguntada por NIUS, la fundación no ha aclarado aún sin va a tener en cuenta la futura ley de representación paritaria.
A partir de la nueva norma sobre composición de los jurados defendida por el Gobierno los jurados estarán presididos en su mayor parte por mujeres pero eso no indicará que se elija a mujeres por encima de los hombres, o al menos no es lo que se ha anunciado. Claro que no sé sabe qué pasará una vez que sean mujeres las que decidan.
Un ejemplo puede ser lo que ha pasado con el Cervantes. En los 48 años que se lleva otorgando el premio (su primer convocatoria fue en 1975), solo lo han ganado seis mujeres, frente a 42 hombres.
La primera mujer que lo ganó fué María Zambrano en 1988 y sólo contó con una mujer en su jurado. La segunda mujer en ganarlo, la poetisa Dulce María Loynaz en 1992, contó con dos mujeres seleccionando autores.
Y quizá sea casualidad pero las cuatro últimas elegidas contaron ya con mucha más presencia femenina en su jurado debido a las recomendaciones de la Ley de Igualdad de 2007 que pedía la paridad en los jurados.
En 2010 se premió a Ana María Matute; en 2013 a Elena Poniatowska; en 2018 a Ida Vitale y en 2021 a Cristina Peri Rosi. Todas autoras de gran prestigio cuya valía nadie cuestiona, aunque todas tuvieron mujeres en el jurado que las designó.