Christian Nodal lleva el mariachi en el ADN, con un árbol genealógico por el que no puede dejar de ponerse el sombrero, cantarle al tequila, a las mujeres y al desamor.
Con 24 años tampoco era imaginable que sus rancheras no se contagiaran de los nuevos sonidos latinos. Hace cinco años compartió con David Bisbal mal de amores y escenario en Madrid. Ídolo en México, en Centroamérica y cinco Grammys latinos ya en su poder. En mayo nos visita por primera vez.