El director Carlos Saura ha fallecido este viernes a los 91 años de edad, según han informado a Europa Press fuentes de la Academia. El aclamado director ha muerto de una insuficiencia respiratoria. Según han contado a Efe fuentes a la familia de Saura, cuya salud había empeorado en los últimos ocho días desde la caída sufrida en septiembre pasado, se ha podido despedir de su familia y amigos y lo había dejado "todo organizado", porque quería morir en casa.
El cineasta recibió el Goya de Honor en su casa hace unos días tras el empeoramiento de su salud. Estaba previsto que la institución cultural hiciera entrega del galardón a Saura durante la ceremonia de los Goya que se celebrará este sábado en Sevilla.
El premio lo justificó el presidente de la Academia, Fernando Méndez-Leite: “Por su extensa y personalísima aportación creativa a la historia del cine español desde fines de los años cincuenta hasta hoy mismo”. Las paredes hablan, su último largometraje, era un documental robusto sobre la evolución del arte en las paredes, desde las cuevas prehistóricas hasta el grafiti actual. Algo que demuestra su inquietud intelectual y su modernidad.
Carlos Saura (Huesca, 1932) reflexionaba en una entrevista con la agencia EFE sobre el origen de la pulsión artística en el documental "Las paredes hablan". "Las primeras películas que vi fueron las de Walt Disney", decía a Efe el cineasta español más audaz, hiperactivo y comprometido con su oficio. La película propone un viaje a los orígenes del arte que conecta las pinturas de las cuevas prehistóricas con el arte urbano más reciente, y en el que participan expertos como Pedro Saura y Juan Luis Arsuaga y artistas como Miquel Barceló y los creadores urbanos Suso33, Zeta o Musa71, entre otros.
Carlos Saura tuvo el favor de la crítica y de la taquilla. Entre sus primeras diez películas se encuentran títulos tan emblemáticos como El jardín de las delicias (1970), Ana y los lobos (1972), La prima Angélica (1973) y Cría cuervos (1975). Tras la muerte de Franco estrena Elisa, vida mía (1977), Mamá cumple cien años (1979), Deprisa, deprisa (1980), Carmen (1983), Los zancos (1984), La noche oscura (1989) y ¡Ay Carmela! (1990), Taxi (1996) y Goya en Burdeos (1999). Carlos Saura tocó todos los palos. Desde la guerra civil, al cine quinqui, al musical y al drama de época.
Carlos Saura le robó a su padre una cámara a los 7 años para retratar a una niña de la que estaba enamorado. A los 91, después de más de cuarenta películas y con siete hijos de cuatro mujeres diferentes, Carlos Saura seguía activo. "Mi único legado son mis hijos, algo de mi ADN tienen que tener. Todo lo demás se lo lleva el viento. No me gusta ver mis películas, las hago y nunca las vuelvo a ver", reconocía Carlos Saura a Oskar Belategui en una de sus entrevistas. Y no hay mensaje más profundo de la boca de una artista con mayúsculas.
De hecho, nunca estuvo preocupado por su legado. "Respecto al legado, es algo que no he pensado porque no me preocupa, tengo cientos de dibujos, cientos de fotosaurios, negativos de mis fotografías… en mi estudio ya ni quepo, pero no me preocupa porque yo lo hago porque me divierte, cuando me muera que hagan lo que consideren. De lo que más orgulloso me siento es de mis siete hijos, seis chicos y una chica".
Recordaba esto Carlos Saura en una de sus últimas entrevistas a la agencia EFE donde también recordaba su primer contacto con el cine con motivo del estrenos de Las paredes hablan, su último trabajo: "La primera vez que fui al cine fue en Barcelona cuando fuimos ahí huyendo de la guerra. Las primeras películas que vi fueron las de Walt Disney. La primera película completa que vi en mi vida fue "Blancanieves" y las de Pluto y Mickey Mouse.Después, cuando nos fuimos a Huesca, en el colegio proyectaban películas mudas francesas de misterio; para un niño como yo, en esa España tan gris, tan destrozada, era una experiencia fascinante que nos atrapaba a todos, y he tenido la suerte de poder dedicarme a ello".
En la misma entrevista, una de las últimas, reconocía que "el arte y la creación del arte son parte de la esencia del ser humano, por mucho que pasen los años, por mucho que cambien las épocas o las modas. Siempre me gustó la fotografía y en mi casa, en la medida de lo que se podía, se fomentaban las artes porque mi madre era pianista, aunque nunca quiso que ninguno de los hermanos nos dedicáramos a eso porque decía que era muy duro"
Carlos Saura era consciente de su capacidad para tocar todos los palos artísticos. "Nunca me hubiera imaginado dirigir más de 50 películas, haber dirigido ópera, teatro, haber hecho exposiciones de fotos, haber publicado novelas… ya se sabe "a la vejez, viruelas".
Reconocía Carlos Saura a EFE que "ahora es mucho más difícil hacer películas, me refiero a las que yo quiero hacer. Ahora prima el cine comercial, el cine de plataformas y para televisión, y el cine que a mí me interesa cuesta mucho de financiar. Yo no he hecho cine para agradar a nadie o para recibir reconocimiento, lo he hecho porque me gustaba, porque a través de él puedo contar las historias que se me ocurren, porque puedo jugar con la música.. pero desde luego, siempre es un halago que el trabajo que uno hace lo vea la gente, que les haga pensar y que lo aprecien".
La Academia de Cine homenajeará este sábado al fallecido Carlos Saura durante la gala de los Premios Goya que se celebrará en Sevilla, un evento en el que iba a recibir el Goya de Honor. "Fue un creador irrepetible", asegura la institución en un 'tuit'.
A través de esta red social, la Academia de Cine ha lamentado el fallecimiento de Saura a quien ha calificado como "uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine español". El cineasta ha muerto este viernes, 10 de febrero, en su domicilio a los 91 años, rodeado de sus seres queridos, como ha dado a conocer la institución.
La Academia también hace alusión a su última película, 'Las paredes hablan' que "muestra su incansable actividad y de su amor por el oficio hasta el último momento". Por todo ello, este 11 de febrero, en el Auditorio Andalucía de Sevilla, la institución avanza que la 37 edición de los Goya "conmemorará la memoria de un creador irrepetible".
Saura (Huesca, 4 de enero de 1932) agradeció el premio del Goya de honor con una frase: "He tenido la suerte en la vida de hacer lo que más me atraía y espero seguir haciéndolo. Doy gracias a la vida, que me ha dado tanto", celebraba.
El cineasta consiguió el Goya a Mejor Dirección y Mejor Guion Adaptado por '¡Ay, Carmela!' y la Medalla de Oro de la Academia en el año 1992. Además, sus películas de los años 70 y 80 han "abierto mercados y prestigio" para el cine español, siendo reconocidas en los festivales más importantes.
Elías Querejeta, Emiliano Piedra, Andrés Vicente Gómez, entre otros productores, han respaldado las historias de este profesional, que fue yerno de Charles Chaplin, amigo y colaborador de Luis Buñuel, y que trabajó con grandes nombres no solo del mundo del cine, también de la ópera --Daniel Barenboim y Zubin Mehta--, del flamenco --Paco de Lucía y Camarón-- y de la fotografía --Vittorio Storaro--.
Con una filmografía que forma parte del patrimonio cultural español, este amante del flamenco que abrió un camino a los documentos musicales, tenía en Buñuel, Bergman y Fellini a sus máximas influencias "porque los tres trabajan con la imaginación".
Saura no creía en los géneros y, según sus palabras, filmó tres tipos de películas: "La primera sería un cine con los pies en la tierra, con una realidad concreta como 'Los golfos', 'La caza', 'Deprisa, deprisa'; otras más creativas como 'La prima Angélica', y luego el más musical".
A la lista añade una cuarta. "Me han preocupado muchos artistas que me han influido en mi vida, como Goya, autores de literatura española, y que son una especie de ensayos personales", defendía.
El cineasta ofreció a Rosalía trabajar en una película sobre flamenco. "He visto a Rosalía y he hablado con ella en México para decirle que me gustaría trabajar con ella, pero vamos a ver si funciona, porque ahora está en otro mundo, el americano. Y eso me preocupa porque, estando ahí, las condiciones son mucho más complicadas que en España", señalaba en una entrevista con Europa Press el realizador, cuando dirigía la adaptación teatral de 'La fiesta del chivo' en el Teatro Infanta Isabel.
El director contó que fue su hija y agente quien trasladó la propuesta concreta a Rosalía y también habló con la familia de la artista. La idea de Saura giraba en torno a que Rosalía representara a una figura del "flamenco actual", buscando otros artistas jóvenes que "ella conociera" y abordando "cómo ha cambiado el flamenco".
Saura rodó en distintas épocas varias películas con figuras del flamenco, desde Antonio Gades, Paco de Lucía, Carmen Linares o Cristina Hoyos, hasta Sara Baras, Miguel Poveda o Estrella Morente. Por su parte, Rosalía interpretó en la gala de los Goya la canción de Los Chunguitos 'Me quedo contigo', que aparecía en la película de Saura 'Deprisa, deprisa'. "Las primeras veces que he visto a Rosalía en España me ha parecido una maravilla, ella estaba haciendo unas cosas que yo he pretendido hacer con el flamenco: modernizarlo, bailarlo de otra manera, con esa libertad y el talento que ella
Como tributo a Carlos Saura, el portal de Mediaset 'Uppers' ha recuperado la emotiva entrevista que le hizo en 2020 Anna, una de sus siete hijos, para 'Living la vida Uppers', en la que se colaba en el estudio del cineasta para descubrirnos su intrahistoria.