Tras el nombre de Mëstiza se encuentran dos jóvenes, Belah y Pitty Bernad, que decidieron hace un tiempo sumar su experiencia de más de 10 años pinchando como DJs para revolucionar una de sus pasiones, la música flamenca, llevándola hasta la electrónica y creando sesiones en las que los espectadores disfrutan de la identidad española.
El “organic house” y techno melodico son algunos de los estilos que caracterizan a sus sesiones que están llevando por diferentes escenarios, salas y festivales alrededor del mundo.
Hablamos con ellas, en primicia, de esta nueva fusión:
-¿Por qué empezar un nuevo proyecto profesional juntas si llevan una década petándolo por separado?
Esta idea surge hace dos años porque éramos amigas y compañeras de profesión desde hace mucho tiempo. Nació en común y seguimos creyendo hoy en día que, aunque está muy bien trabajar por separado, juntas construimos un vínculo que crea un poder. Es más bonito currar en equipo y lo estamos disfrutando mucho.
-¿Cuáles son los pequeños detalles que hacen diferente a Mestiza?
Lo que nos diferencia, y la gente lo reconoce, es que tenemos una identidad única: fusión de electrónica y flamenco, que hasta ahora no se había hecho con una identidad tan marcada. Coger nuestras raíces y unirlo a la música de club es único.
-¿Cuál es la declaración de intenciones de Mestiza?
El mensaje es poder confiar en nuestros orígenes e identidad como país. Siempre miramos hacia fuera y lo que buscamos es mirarnos a nosotros mismos y presumir de ello.
La cultura española, dentro de la música electrónica, no se está poniendo en valor mientras que en otras sí, como la africana o mexicana. ¡Cómo puede ser que esto ocurra en un país como España, que allá donde vayamos es totalmente diferente!
-¿Qué hace tan llamativa la música tradicional como para querer fusionarla y que llame tanto la atención trabajar con ella?
La música tradicional, sobre todo el flamenco o la copla, tiene algo en común: pone de manifiesto la vejez y eso en el pop no ocurre. Esta profundidad con la voz y también con los sonidos nos llamaba mucho la atención y creíamos que fusiona fenomenal con la electrónica. De ahí, también, nuestro nombre: Mestiza.
-Hablando de tradición, ¿cuáles romperían ambas dos dentro y fuera de la pista?
Nosotras nos atrevemos con el peinado, que es una tradición española que usamos en la pista a nivel estético. También los looks. Nuestras sesiones se distinguen también porque hacemos un live en ellas.
-¿Qué es lo más difícil de ser DJ?
La realidad es que estamos viviendo un momento muy interesante para las mujeres que son DJs. La aceptación está siendo muy buena. Sin embargo, lo más difícil es viajar tanto, con la maleta siempre en la mano y siempre lejos de la familia. A nivel técnico, de compañerismo y críticas estamos teniendo muy buena aceptación.
-Además de DJs, son productoras: ¿la mujer está valorada en el sector de la producción musical o le queda aún terreno por ganar?
Además de DJs somos productoras y también estamos empezando a componer letras. Intentamos abarcar todo en el terreno artístico. Queda mucho por hacer por la mujer y con nuestro proyecto queremos reivindicar, aún más, la imagen femenina en la pista. También es cierto que ya lo llevamos haciendo desde que empezamos a trabajar en este sector e, incluso, el equipo que está detrás del proyecto está conformado en su mayoría por mujeres.
Este nuevo proyecto bebe mucho del empoderamiento femenino
-El lugar soñado donde quieren pinchar sí o sí, ¿cuál es?
La realidad es que por suerte ya hemos conseguido pinchar en los sitios que soñábamos. Eso sí, nos gustaría sumar más festivales de electrónica y salir de los clubes más importantes del mundo.
-Entonces, una meta que quede por cumplir:
Hacer mucha música y publicar nuestro álbum, que verá la luz a lo largo del 2023 y, por supuesto, que suene dentro y fuera de la pista.