La hija de Elvis Presley, Lisa Marie Presley, ha fallecido este jueves a los 54 años en Los Ángeles por un paro cardiaco, por el que fue ingresada de urgencia en el hospital, donde falleció posteriormente. La presión que llegó a sentir Lisa y las desdichas a las que se tuvo que enfrentar hacen de su fallecimiento algo muy conmovedor para el mundo del espectáculo y todo el que disfruta de él. Su hija, Riley Keough, vivía la trágica pérdida de su hermano Benjamin Keough junto a su madre Lisa.
La artista tuvo que vivir de la música, como hizo su padre Elvis Presley, y precisamente eso fue uno de los condicionantes que interfirieron en que la vida de Lisa Marie, no fuera tan maravillosa como se podría esperar. La gran presión a la que se sometía día tras día brotaba de las expectativas que ella misma se veía obligada a cumplir para sentir que estaba a la altura de ser la heredera del rey del rock.
Lisa Marie tuvo la compañía de su padre hasta los 9 años, cuando él falleció. Desde entonces, su vida ha pasado por etapas drásticas que ha tenido que superar, muchas veces sola, con dificultad. La mujer pasó por cuatro matrimonios, siendo el más destacado de todos con la estrella del pop Michael Jackson, con quien estuvo 3 años. Mucha gente atribuyó esa relación a una estrategia de Michael para lavar su imagen en el momento en el que había sido declarado inocente de su primer juicio por abusos sexuales a menores, algo que también hizo por molestar a la Presley. También estuvo casada con Nicholas Cage en 2022 y su matrimonio duró tres meses.
Con Danny Keough y Michael Lockwood, en momentos diferentes, Presley se dio cuenta de que quería ser madre y llegó a tener hasta cuatro hijos, de los cuales uno, Benjamin Keough, falleció en 2020 por suicidio. Este hecho marco una de las peores etapas para Lisa, quien luchó por superarla tantas veces como pudo, sin éxito. “Adoraba a ese chico. Era el amor de su vida”, señaló entonces uno de sus portavoces.
Antes de eso, la vida de Lisa estuvo marcada por la adicción a los tranquilizantes y a los opiáceos en concreto. En 2008, un médico le recetó unas pastillas que le serían útiles para calmar el dolor tras el parto de sus dos hijas gemelas, Finley y Harper, que tuvo con Michael Lockwood. “Solo fue necesaria una prescripción a corto plazo de opioides en el hospital para que sintiera la necesidad de que debía seguir tomándolos”, confesó la propia artista en el prólogo del libro ‘The United States of Opioids’, de Harry Nelson. Además, tanto ella como su madre, Priscilla, fueron introducidas a la Cienciología por John Travolta. Su primer esposo fue miembro de esta iglesia y crió a sus hijos bajo esta religión, de la cual se alejó en el 2016, pues había tenido un desacuerdo con la iglesia en 2008.