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Una legión de hijos de famosos se ha adueñado de las pasarelas y los espectáculos. Son los conocidos como "nepo babies"; o lo que es lo mismo, que tener un apellido conocido abre más puertas en el cine y la moda que los méritos.
A algunas poco les costó ponerse la corona. 18 años tiene Leni, la hija de Heidi Klum que no dudó en tomar la profesión de su madre como propia.
De cabeza a la pasarela fue también Kaia, la pequeña de Cindy Crawford posa desde bebé. La belleza, sin duda, ayuda a dar el salto. Y lo explota Deva Cassel Belluci.
Para encontrarse la puerta de par en par, más que el talento pesa ese apellido, sea Depp o Moss. Cierto que crecer en un ambiente creativo, suma.
En casa de Ethan Hawke y Uma Thurman, su hija Maya, lo ha aprovechado para ejercer de cantante, de actriz.
El cine está plagado de ‘empujoncitos de oro de los papás’. El de Sean Penn en el Día de la Bandera, es de nota, enchufa a sus dos hijos.
Hay retoños que se revuelven, que se convierten en azote de sus padres. Ronan Farrow, periodista, carga una y otra vez contra el suyo, Woody Allen por abusar de su hermana.
Otros que, quizá para evitar comparaciones, tomaron otros rumbos, el de Harrison Ford es Chef. Y hay casos intermedios como el de Clint Eastwood, músico de jazz y compositor de bandas sonoras para las pelis de papá.
Claramente, el apellido, ayuda.