No sabemos si a ritmo de rumba pero ahora se pueden comprar los latidos del corazón de Alejandro Sanz. Se trata de una edición limitada de quince obras de arte digital que transmiten lo que sintió Alejandro al cantar algunas de sus canciones más reconocidas. Con un holter midieron su ritmo cardiaco durante su último concierto en el Wanda Metropolitano.
Que los de sus fans laten con fuerza al oírle salta a la vista en sus conciertos. Que el suyo también se acelera, y de qué manera, al cantarles se ha notado siempre pero más ahora. "Es como que el corazón me va por bulerías". No son palabras vacías. Lo han demostrado colocándole un holter en uno de sus conciertos. "Pude ver físicamente todo lo que me había pasado en la canción, casi reconocer las letras". Quién si no él iba a entregar así sus emociones registrando lo que sentía en cada una de ellas en este cardiograma y convirtiéndolo después en obras de arte digital. "Era como dibujar con el alma". Los latidos de Alejandro Sanz aquel día son ya eternos.
El músico protagoniza también una sesión gráfica bajo la dirección de su pareja, la artista plástica Rachel Valdés, en la que muestra todos sus tatuajes en el torso y en sus brazos. Ni demasiado musculado ni demasiado delgado, el cantante ha dejado un mensaje corto para ilustrar su posado en blanco y negro: "Camino con mi verdad", una frase que ha escrito junto a unas fotos en las que luce natural, sin otro artificio que el de su desnudez.
El fotógrafo, @viktorstudios, que ha trabajado bajo la dirección artística de Rachel Valdés, es el mismo que ha plasmado otros momentos de la vida profesional y personal del cantante. De hecho, él se encargo de grabar la sesión del último tatuaje que se hizo el pasado 26 de noviembre. Ya sabíamos que contaba con la mirada tatuada de su novia Rachel Valdés o una margarita que también luce su hija Manuela, que se lanzó hace un año al mundo empresarial.
Sí aparece el rostro de una mujer que ocupa el pectoral izquierdo del madrileño. Un rostro que parece una copia de una fotografía, y que podría ser de su madre, María Pizarro, o alguna de sus abuelas. Precisamente, junto a una fotografía de su madre escribió en redes sociales: "Detrás de esa sonrisa, está la mujer más fuerte, luchadora y valiente que jamás conoceré. Mi madre. Por ser ella, yo soy quien soy. La mujer de mi vida y de mis días".