Tom Cruise no tiene límites. El actor neoyorquino ha dado un susto enorme al equipo de su próxima entrega de 'Misión Imposible' al lanzarse en moto por un precipicio. Como saben, rechaza que un doble le haga las escenas arriesgadas. Él mismo se encarga del espectáculo.
Hace años que decidió hacer de cada una de sus películas el más difícil todavía. Y hacerlo él, sin especialistas de por medio. Lo hemos visto en 'Top Gun: Maverick' y lo volveremos a ver en 'Misión Imposible. Sentencia Mortal'. 25 años lleva dando guerra con la saga, que llega a su fin con dos entregas. Y lo que ha enseñado ya de la primera parte no defrauda.
En esta ocasión, el salto en moto a 1.200 metros de altura ha sorprendido a todos. Un año de entrenamientos y 13.000 saltos de prueba hasta el gran día. El director se mostró nervioso con esta secuencia hasta asegurarse de que tras el salto, se abría el paracaídas.
Tom es el hombre que pilota un caza, que deja caer en picado un helicóptero, que se muestra igual de seguro sobre dos ruedas que saltando entre edificios... Pero esta última es la escena más peligrosa que reconoce haber rodado y con lo que llevaba soñando desde niño. Sueño que cumple a sus tiernos 60 años.