Hablamos con la directora de 'Cerdita', la película de terror que reflexiona sobre el bullying: "Yo lo he vivido en mis carnes"
Hablamos con Carlota Pereda, directora de Cerdita, película de terror que acaba de llegar a los cines
Una cinta que sumerge al espectador en un doble miedo: el del bullying que sufre la protagonista por estar gorda y el del asesino
Las películas de terror ayudan a empatizar con los actores gracias al miedo. Por eso, la directora usó este género, “para que la gente viviera cómo es su vida”, explica
La directora de cine Carlota Pereda andaba buscando una temática para hacer una obra que abordara el buylling desde el terror. Era verano en Extremadura, y se cruzó con una joven en la piscina después de la comida. El calor sofocante de esa hora hacía que pocas personas estuvieran en la calle, por lo que automáticamente pensó que iba en ese momento para que no la vieran. Una circunstancia que le abrió los ojos para escribir sobre la gordofobia.
Una idea que cristalizó en 2018 a través del cortometraje Cerdita, con el que ganaría un Goya. Cuatro años más tarde llega a los cines con una película de terror homónima en la que una adolescente sufre acoso por estar gorda. La diferencia de esta cinta con respecto a otros slashers es que en esta el espectador pasa miedo tanto por los asesinatos como por el injusto maltrato que recibe la protagonista por su físico.
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¿Por qué abordar el gordofobia desde el terror?
En primer lugar porque la adolescencia es una historia de terror. Y, en segundo lugar, porque me permitía que la protagonista sufriera tanto por parte del asesino como por parte de la sociedad. Es esta última la que le acosa por estar gorda.
Esto hace que la protagonista se salga del típico esquema de la chica joven delgada de este tipo de cintas, lo que le aporta más fuerza al personaje.
Yo quería que fuera una adolescente real, de las que conozco. No una idealización. Respecto a lo que comentas, creo que el cine ofrece un punto más y permite que la gente que no está sensibilizada con el tema se acerque. Y que empatice de una manera muy directa. Las películas de terror funcionan desde ahí: si no empatizas, no sientes el miedo. Quería que la gente viviera cómo es su vida.
Al ver la película, uno vive un doble miedo como comentas: el de las muertes que ejecuta el asesino y el que se ejerce sobre la protagonista por su físico.
Así es. Y da casi más miedo lo que le hacen las personas en su día a día.
A mí me han hecho bullying en mi vida, pero lo que peor llevo en el recuerdo es las veces que me he callado cuando han acosado a otra persona.
También representas a todos los tipos de acosadores. Desde los que llevan a cabo el bullying hasta los que se callan y lo aceptan.
Respecto a estos últimos, quería hablar de cuando la violencia se normaliza. A veces uno puede hacer tanto daño con lo que hace como con lo que no. Yo lo he vivido en mis carnes. A mí me han hecho bullying en mi vida, pero lo que peor llevo en el recuerdo es las veces que me he callado cuando han acosado a otra persona. Cuando no he hecho nada.
En la película, menos el asesino, los hombres no intervienen casi ni para hacer bullying ni para defenderla del acoso. Ni siquiera el padre. ¿Por qué?
La cinta está contada desde la historia de la protagonista. Lo que está reflejando es una sociedad que yo conozco, en la que los padres no tienen un papel tan activo en este de temas familiares. El peso suele recaer sobre las mujeres. Los hombres normalmente son una figura amable que no interviene demasiado.
Al ocurrir en verano, momento de felicidad para la mayoría, se da un mayor contraste con el terror.
Lo hice así por dos circunstancias. La primera, como dices, para que haya mayor contraste. Pero también porque en verano uno siempre tiene más presente su cuerpo. Está más a la vista de todos. Además, las películas de despertar sexual se suelen hacer en verano con jóvenes delgadas y llamativas. Me gustaba esa idea de hacerlo con una protagonista igual de bella, pero distinta.
Aun así, hay espacio para el humor.
Para mí no existe la experiencia humana sin humor. En la vida el drama se junta con la comedia. Por mucho que te ocurran cosas malas, la vida sigue. La protagonista vive una experiencia muy traumática, pero todo continua. Y aparece el humor para banalizar ese drama.
A lo largo de la cinta planteas la dicotomía de si los maltratadores merecen morir o no. Juegas con esa doblez.
Esta es una de las preguntas que plantea la película, pero al final en el cine uno se ve reflejado a sí mismo. Para mí es un thriller moral.
Después de haber vivido y analizado el bullying a través de la película, ¿cuál crees que puede ser la solución para acabar con él?
Hablar los problemas ayuda a visibilizarlos. Pero al fin y al cabo yo soy una cineasta y no tengo las respuestas. Solo puedo hacer preguntas.