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Son personajes conocidos pero no por eso pudieron escapar del desconcierto y miedo que sufrimos todos cuando empezó la pandemia del coronavirus. Pero hasta ahora no les habíamos oído, ni conocíamos de primera mano qué sintieron cuando el mundo se puso boca arriba y la vida de todos se paró.
El director Javier Kühn ha reunido en 19, su primer largometraje documental, a Luis Tosar, Belén Rueda, Javier Gutiérrez, Imanol Arias, Fele Martínez, Unax Ugalde, María Castro, Marián Álvarez, Alicia Borrachero, Lolita Flores y Jorge Sanz para que nos lo cuenten con la idea de mostrar que, a pesar de vivir una situación tan dura al final de toda hecatombe, siempre se puede aprender algo.
Por eso al reunirles les pidieron solo una requisito, contar lo que quisieran, sin guion y sin censura, pero tratando de aportar algo, mostrando el aprendizaje que les había dejado esos tremendos meses que vivimos en 2020.
"La premisa fundamental que les dimos es que fuera un mensaje positivo" , explica la productora de 19 Amanda García-Tapia, quien cuenta que el proyecto le nació cuando hacia poquito que habíamos pasado el primer envite del coronavirus, apenas pasados los tres meses de encierro. "Esos días vivimos situaciones muy duras, y se me ocurrió la idea de poder hacer algo que fuera todo lo contrario, que nos mostrara como incluso en los momentos más complicados de la vida el ser humano siempre tiene algo a lo que agarrarse", explica.
Y con ese convencimiento propuso el proyecto a los once actores, que no dudaron en apuntarse. "El único problema fue cuadrar las agendas", explica García-Tapia.
"En tiempos convulsos e inesperados, todos tenemos una historia que compartir", dice el documental y eso es lo que hacen los actores de 19, compartir cómo vivieron tan difíciles momentos.
Todos ellos enfrentando sus recuerdos ante la cámara, desnudando sus sentimientos. Si guion, y sin límites. Kühn y Garcia-Tapia les dejaron contar lo que quisieron de su experiencia en una habitación oscura, donde solo se ilumina la silla en la que se sientan a confesarse.
Y es ahí donde escuchamos el miedo que sintió Belén Rueda ante la incertidumbre que llegaba, que María Castro estaba embarazada por segunda vez y echó mucho de menos el contacto de sus hermanos con los que se mantiene muy unida, que Luis Tosar y su chica convirtieron su casa en un set de rodaje, y que Jorge Sanz se las ingenió para que su hijo pequeño pensara que a las ocho de la tarde los vecinos se ponían todos de acuerdo para aplaudirle a él.
Anécdotas llenas de sinceridad de unas personas que no por ser personaje público lo pasaron mejor que el resto. Como todos, ellos también tuvieron miedo. Sintieron la incertidumbre de no saber cuándo podrían volver a trabajar, cuándo sería posible de nuevo el contacto con el público, y cuando por fin se pudo, se emocionaron al ver la respuesta de la gente. Esa respuesta que Alicia Borrachero describe emocionada sentada en su silla iluminada de una habitación oscura. Oscura como lo fue la pandemia pero con la luz que ellos le aportan de esperanza.
"Es importante que no lo veamos solo por la pandemia, el mensaje positivo que nos trasmiten lo puedes extrapolar a muchos momento de cosas que nos pueden pasar", comenta la productora.
Así Lolita confiesa que cometió un delito que cuenta "porque ha prescrito", ir a ver a sus nietos cuando ya no podía más. Imanol Arias, que pasó solo los meses de encierro, explica lo que ha aprendido de la importancia del paso del tiempo y Unax Ugalde comenta lo que le supuso ver que la realidad a veces es más dura que la ficción, aunque se asemeje.
El documental, el primer largo de Kühn tras cuatro cortometrajes, se presentará el 28 de octubre en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, dentro de la Sección de Proyecciones especiales.
"La gente que ya lo ha visto sale emocionada, llorando. Es maravilloso ver cómo les llega, cada uno se siente identificado con una de las historias, pero a todos les toca", explica García-Tapia.
Una emoción que también han sentido los protagonistas de la película. Actores que a pesar de estar curtidos en eso de verse en pantalla, no han podido reprimir las lágrimas, porque hay mensajes y experiencias que ninguno podremos olvidar. Tampoco ellos.