Cercana, brillante y muy cabreada con la sociedad por el hecho de tener que ser constantemente activista con su propia existencia; así definiría a Villano Antillano tras mi encuentro con ella y poder entrevistarla en un momento en el que la sesión que grabó junto a Bizarrap sigue sonando en cada fiesta o sigue todavía colándose en las listas de éxitos de Spotify.
Con 620.000 seguidores en Instagram y más de siete millones de oyentes mensuales en Spotify, Villano Antillano ya no es esa "chica del campo de Bayamón (Puerto Rico) sin acceso a absolutamente nada", como ella misma dice en la entrevista que ha concedido a Yasss.
Gracias a la música, Villano Antillano ha podido viajar dos veces a España, le encanta nuestro país y se muere de ganas de conocer las islas Canarias. Ha sido en esta segunda visita a España cuando hemos podido hablar con ella sobre el éxito que está viviendo con tan solo 28 años y lo mucho que ha tenido que luchar para conseguir llegar hasta aquí. Es más, al ser una mujer trans, para hacerse un hueco en un mundo tan machista como el del rap asegura haberse tenido que esforzar "45 veces más que todo el mundo".
Pregunta: ¿Quién es Villano Antillano?
Respuesta: Una perra caribeña muy icónica. Es una mujer muy valiente, de mucha fuerza y lucha. Me gustaría no tener que ser tan luchadora.
P: ¿Siempre has querido ser cantante?
R: No, no. Tengo como un rollo con la palabra cantante, porque para mí un cantante es una persona que ha estudiado canto como tal, una persona que cante, que tenga una voz brutal. Yo soy rapera, soy una artista a full y utilizo mi voz como instrumento, y productora; pero no siempre me visualicé de esa manera. Siempre supe que iba a hacer algo relacionado con las artes y la música, pero no necesariamente sabía lo que iba a ser. Simplemente pasó. La producción musical me fascina mucho también.
Además, pienso que ser mujer, ser trans, ser una persona queer viene con un sinnúmero de cosas que no se pueden explicar. Tú las sientes, tú las vives, pero no las puedes explicar. Entonces, pues tenía que hacerlo yo, porque, ¿cómo le explico a alguien o cómo escribo una canción que trata sobre ser una trans maricona y se la doy a alguien que no lo es? No lo entendería. No va a ser igual, no van a entender la jerga, no van a entender el sazón de lo que trata. Así que siempre consideré que tenía que ser la intérprete de mis propios temas y pienso que también tiene que ver mucho con coraje. Yo tenía mucha ira y mucha rabia, la tengo todavía. Todos los días tengo que lidiar con cosas nuevas, faltas de respeto por parte de hombres en el género, faltas de respeto del mundo como tal, las mismas faltas de respeto que viven las mujeres trans, la gente trans. Los hombres trans también.
La transfobia es algo bien agobiante porque muchas personas piensan que no están siendo transfóbicas mientras te están diciendo "cabrón y papi", refiriéndose a mí como a un hombre, pero no, no están siendo transfóbicas… Es un proceso bien fuerte, porque creo que esa rabia como que me inclinó más a tirarme por algo más agresivo y definitivamente, ¿qué hay más agresivo que el reggaetón y que el rap?
P: ¿Crees que la música puede ser un vehículo para concienciar a la población sobre cuestiones como la libertad sexual y la autodeterminación del género?
R: Yo pienso que la música siempre ha sido un medio de concientización social, siempre; específicamente el rap. Desde sus inicios en Puerto Rico, el reggaetón también se ha criminalizado porque se ve como un ente de cambio y se sabe el poder de revolución que tiene; pero pienso que se nos pierden muchas cosas.
Mucha gente piensa que es noble y justo que el rap y el reggaetón sean el arma de la gente oprimida, pero que dentro de esa gente oprimida yo no pueda acuñar, coger el micrófono y hacer una carrera, ¿de qué estamos hablando? ¿Estamos todos o no estamos?
Yo pienso que yo no busco concienciar, yo no busco hablar acerca de eso, yo simplemente me centro mucho en el activismo de existir como que literalmente yo existo y ya. Y si tú tienes que sentarte, después que me viste y que me escuchaste, a procesar y a deconstruirte, pues allá tú; pero yo no voy a darte ese trabajo hecho, yo estoy en la mía y yo hablo de cosas que son pertinentes a mí, a mi comunidad, a mis amigas, a mi país y cala al resto de la gente, porque yo creo que todo el mundo quiere pasarla bien y sentirse bien en su piel, sentirse deseade, queride, empoderade y como que son lo máximo. ¿Me entienden? Yo pienso que yo le quiero dar eso a todo el mundo, independientemente de que sean trans, cis o whatever.
P: ¿Quiénes son tus referentes dentro y fuera de la música?
R: Siempre digo que yo no me considero más referente que amigas trans que van a trabajar a una oficina de nueve a cinco y luchan contra el tipo de cosas que luchan ahí y resisten desde esa esquina. Yo no pienso que yo sea más referente porque tenga una plataforma más grande que ellas. Ellas son mis referentes. Mis amigas que son trans y son trabajadoras sexuales son mis referentes. Pero también, si nos vamos más a lo celebrity o a lo 'figura pública', pues por ejemplo en casa siempre hablo de Ivy Queen; el género urbano nunca ha hecho un espacio para la comunidad LGTBIQ+, la única que lo ha hecho o lo hizo en su inicio o se preocupó por ser inclusiva fue Ivy Queen. Siento que siempre me pude ver en sus letras. Obviamente tengo muchos referentes, pero son más sónicos, no tanto lirical, yo escuchaba a Ivy y sentía que me podía vivir esa canción y pensar que estoy hablándole a un macho.
Entonces, obviamente en Puerto Rico Ivy Queen y luego Nicki Minaj es uno de mis referentes más grandes, pienso que me cambió la vida su manera de constantemente empujar su bolígrafo y obligarse a estar más dura cada vez; yo soy muy severa conmigo misma también y busco siempre cómo puedo hacer esto más complicado y más difícil, pero a la misma vez más 'cachi', es un juego a fin de cuentas, a mí me encanta.
Cristina La Veneno también es un súper referente en mi vida. Me hace mucha ilusión venir a España y que todo esto esté pasando aquí, porque en un momento dado de mi vida yo simplemente fui una chica trans puertorriqueña perdida en un país súper tercermundista y no desarrollado viendo videos en YouTube y viendo a una persona con la que yo me identificaba y ella era Cristina.
P: Hablando de La Veneno, te llevas genial con una de las actrices de la serie española, Jedet, ¿verdad?
R: Me llevo muchísimo. Para mí es una bendición, un sueño bien loco, porque cuando salió la serie aún nada de esto esto estaba pasando y yo no conocía a Jedet. Ella era una actriz que yo veía en la televisión y tenerla ahora, estar tan cerca de esa historia, para mí es algo que como que me mueve los cimientos, me siento muy bendecida y agradezco mucho su amistad.
P: ¿Tú te sientes cómoda en el papel de referente?
R: Siento que es algo que se me tira, se me aplica. Creo que ya cuando una está a estos niveles no puedes decidir si es un referente o no, eso lo decide el público y tu plataforma, hasta cierto punto. En cuanto a si me siento cómoda, yo siento que siempre me he reservado el derecho de que soy un ser humano y que voy a cometer errores, que voy a meter la pata; es más, la meto todo el tiempo. No soy perfecta ni busco serlo, soy un ser humano y creo que eso es lo que lo que más le impacta a la gente, que soy un ser humano, no soy un extraterrestre.
So, no sé, como que no me lo tomo muy en serio porque pienso que no merece, no es mi responsabilidad. Yo no tengo que educar a nadie, sí tengo una plataforma y la aprecio y la atesoro y la utilizo para lo que yo entiendo. Pero no, tampoco dejo que me llegue a la cabeza.
P: En uno de tus últimos posts de Instagram reflexionas sobre el lesbianismo y la fetichización del mismo por parte de los hombres, y me ha llamado mucho la atención la frase: “Cansaíta de ver machitos fetichizar el lesbianismo solo para su consumo”, ¿somos nosotras las que tenemos que reapropiarnos de los espacios que no nos han dejado ocupar?
R: Sí, yo siento que eso ya se está dando, eso está ocurriendo escalonadamente, bien poco a poco. Obviamente, a mucha gente le pilla mucho más por sorpresa que venga yo con mi boca y con mis vulgaridades a decirlo, pero independientemente de mi presencia, eso está pasando, nos estamos moviendo, el feminismo está avanzando y el patriarcado está decayendo y lo estamos viendo. Yo lo estoy zarandeando por las piernas y me siento muy bien por eso, pero miro a mi alrededor y veo a muchas otras mujeres que le están dando caña desde muchas esquinas distintas. Tras bastidores, en el spotlight. Así que pienso que sí, que la mujeres ya nos estamos reapropiando de todas estas cosas que nunca nos dejaron hacer, de todas estas narrativas que nunca nos dejaron contar.
Es más, yo empecé a entender el poder de la representación cuando vi historias realmente contadas, por, por ejemplo, historias queer contadas por gente queer, porque no es lo mismo ver una historia queer contada por una persona cis hetero que va a tergiversar absolutamente todo lo que tiene que ver con esa existencia porque no la comprende.
Aunque tengas todo el buen deseo y la buena intención del mundo, no entiendes esta existencia porque no es la tuya, no la compartes, no puedes empatizar o no puedes plasmar quizá ciertas cosas muy importante. Lo mismo pasa con las mujeres, yo quiero ver historias de mujeres contadas por mujeres sin ningún tipo de interferencia de terceros masculinos, sin ningún tipo de interferencia de la mirada masculina, y la fetichización del lesbianismo en el género está todo el tiempo.
Yo he pagado un precio altísimo por esas palabritas que dije, porque no hay nada más frágil que el ego masculino. Nada. Y yo no dije nada que no fuera real. Yo no dije nada, ni le falté al respeto absolutamente a nadie, pero me cayeron a palos por besarme con Tokischa en una tarima, nos cayeron a palos a las dos, y salieron muchas cosas a pasear, muchas cosas por un beso de dos mujeres que consentidamente lo estaban haciendo en una tarima y estaban impartiendo amor y repartiéndole amor a todo el mundo que estaba allí y todo el mundo la pasó tan divino.
Todo eso se tergiversó bajo la mirada masculina para hacer algo súper malo. Ahora tenemos que pensar en los niños, ahora tenemos que esto y lo otro; pero cuando estás hablando de volar cabezas, de clavarte cuatro putas, de terminar con esta y meterle a la amiga ahí, no estamos pensando en los niños, pero un besito mío con Tokischa olvídate.
Aparte de que Tokischa se ha besado con todo el mundo, pero el problema fue cuando se besó conmigo porque yo no debería existir. Yo no debería estar donde estoy, así lo ven. Es como que aunque no te lo puedan decir, así lo sienten y yo lo percibo claramente. Así que para mí es bien importante lo que está pasando, lo que estamos haciendo. Ya se acabó, o sea, le arrebatamos, están con el berrinche, pero ya la batuta se la quitamos.
P: Justo a colación de lo que estabas comentando, cuando Tokischa se besó con Rosalía a nadie le importó, pero cuando lo hizo contigo (una mujer trans) o con Madonna (una mujer mayor), entonces sí que armó un gran revuelo.
R: Claro, porque con Rosalía es cute, es un lesbianismo soft, como apetecible, te la dejo pasar. Y así es que ellos quieren que sea, mientras no es para su consumo no lo quieren ver; o sea, si no es para mi consumo que no pase y que no sea vulgar, porque entonces ahí se convierte en un problema. Pero ellos son unos puercos todos.
P: ¿Cómo surge la colaboración con Bizarrap? ¿Pensaste que iba a tener tantísimo éxito?
R: No sé en qué pensaba realmente cuando la estaba grabando. Sí sé que estaba bien enfocada en el trabajo, en lo que estábamos haciendo, en que me gustara, en que nos gustara a ambes, en que la lleváramos a un punto donde nos sintiéramos cómodes tanto él como yo. Y lo disfruté. Fue mi primera vez en Buenos Aires, Argentina, me gustó mucho la experiencia, fue súper chula, Biza es un genio en lo que hace.
También es un genio de mercadeo y para mí fue una experiencia de aprendizaje. Yo aprendo mucho y siempre estoy pendiente, siempre estoy estudiando y para mí fue una súper experiencia y es importante recalcar que esto salió más o menos para Pride, el mes del orgullo de la comunidad y en ningún momento hablamos de eso. En ningún momento Biza habló conmigo sobre mi identidad de género o lo que esto significaba; simplemente yo fui una rapera más que grabó una canción con él y eso para mí tiene mucho valor, porque aunque yo creo que es necesario tener todas estas conversaciones y todas estas etiquetas; lo es ahora mismo.
Yo aspiro vivir en un mundo libre de estas ridiculeces, en donde no tengamos que sentarnos a hablar sobre ser la primera artista trans que llega tan lejos. Que triste que sea la primera artista trans que haya llegado hasta aquí, porque ha habido millones antes que yo, que quizá eran igual o más capaces y no se les permitió.
P: Has comentado que te gusta tanto la producción musical, ¿te sentiste partícipe también de esa parte durante la composición de la canción?
R: Sí, enteramente. Obviamente pues la letra la compuse yo, pero full fue un pa' tras y pa' lante, incluso la parte donde la canción baja y se pone más lenta, yo le pedí que por favor me diera ese break porque yo sé que la gente me quiere escuchar rapear más que nada y yo la sentía muy arriba la canción, muy para bailar; así que sí, hubo algo de eso. Yo estoy muy metida en todo, en todo lo que yo hago, en mi vídeos, en producción… Produzco mucho.
P: Esta sesión nos ha gustado mucho a todos, pero también a Bad Bunny, que te invitó a cantarla en su concierto, ¿qué significó para ti este momento?
R: Significó muchísimo porque Bad Bunny invitó a tres mujeres queer en sus tres funciones y yo creo que el hecho de que las tres seamos mujeres y que él haya hecho eso y que seamos mujeres queer y que él haya hecho eso significa para mí como el comienzo de una nueva era. Como que realmente marca, es una puerta que se abrió y este es el futuro, gústele a quien le guste, que el artista número uno del mundo te lo está diciendo. Yo creo que él debe saber un poco de la industria, yo creo que él debe saber un poco hacia dónde se dirige la cosa, siendo el artista número uno del mundo.
Obviamente, más en lo personal, fue una pasada, como dirían acá, me encantó, la pasé súper bien, pero también cuando yo me trepo a cualquier escenario o hago algo tan grande como eso siempre pienso mucho en cuánto de esto es mi derecho, en cuánto de esto me pertenece mientras que hay gente a la se le negó y se le niega vivir, existir, trabajar.
Yo fui trabajadora sexual en un momento dado y es porque no te dan trabajo. Literalmente es una sentencia y en Puerto Rico ser trans a una sentencia de muerte. Yo vivo constantemente aterrorizada pensando en que una de mis amigas va a ser la próxima o en si yo voy a ser la próxima, ¿quién sabe? La expectativa de vida son 35 años, yo tengo 28. Una viene con muchas cosas y ese coraje nunca se me olvida, cuando yo me subo a un escenario sé que yo pertenezco a ellos, sé que yo luché más que todo el mundo que está en esa tarima para llegar a ahí, eso pasaba por mi cabeza.
P: Que rabia que no solo puedas disfrutar el momento en una situación como esa, sino que te tengas que cuestionar incluso tu derecho a esta ahí cuando cualquier hombre o cualquier mujer cisgénero no lo haríamos.
R: Y aún así pienso que las mujeres tienen que trabajar diez veces más que los hombres... Los raperos en su gran mayoría lo que dan es mediocridad. Las mujeres tienen que trabajar 20 o 25 veces más para tener quizás el mismo resultado o hacer el mismo dinero y ahora por fin estamos viendo superestrellas como Karol G. Estamos viviendo otra era; pero al sol de hoy, todavía es lo que es. Obviamente sí, yo por ser una mujer trans tengo que trabajar 45 veces más que todo el mundo, punto. Pero nada, yo vine a hacerlo.
P: Si pudieras darle un consejo a tu yo del pasado... ¿Cuál sería?
R: No te dejes, mami. Y agarra ese machete y sigue para delante.
P: Oye, entre tú y yo, ¿tienes nuevos proyectos entre manos?
R: Estoy terminando un disco, lo estoy cerrando aquí en Madrid, que es una locura, porque es un proyecto que empezó en Puerto Rico y es enteramente puertorriqueño, pero por estar de un lado para otro lo he tenido que trabajar en distintas partes del mundo y creo que cada lugar al que he ido me ha influenciado un poco y ha cambiado algo de mi sonido y me ha hecho más una ciudadana del mundo, por decirlo así, me ha globalizado. Entonces, ya no soy esta chica del campo de Bayamón sin acceso a absolutamente nada, ahora tengo recursos y puedo sonar como yo quiero sonar. Así que estoy muy emocionada por ello.