Las noches tropicales se hacen más llevaderas con un poco de cultura y entretenimiento. Lo saben bien en varios municipios andaluces que disfrutan estos días del cine de verano. Un cine ambulante recorre los pueblos de menos de cinco mil habitantes.
En Alájar, Huelva, sus vecino se preparan para sobrellevar otra noche de calor tropical, pero esta vez es diferente. La Diputación onubense está llevando por los pequeños municipios de la provincia un cine ambulante para cuando el sol ya se ha ido, pero las temperaturas siguen disparadas.
Para muchos es una inmejorable solución para luchar contra el calor extremo y, al mismo tiempo, incentivar la cultura. Porque en muchos de estos pequeños pueblos hay poco entretenimiento y las salas de cine son una rareza.
No se trata de algo nuevo, de toda la vida, lo único que entretenía a estos vecinos eran las fiestas y verbenas y algún cine como estos que alimentaban con carbón la luminaria de proyección. Ahora, muchos de esos abuelos son lo que llevan a sus hijos y nietos a ver las películas sentados a la fresca y disfrutando de algo de comida y bebida.
Porque lo que hace especiales a estos cines ambulantes es que durante sus proyecciones, familias y amigos pueden compartir bocadillos, cervezas o refrescos al mismo tiempo que disfrutan tomando el fresco de algunos de los éxitos más taquilleros del séptimo arte.