Bruno Pol Feliu García es mucho más conocido tanto en internet como en el mundo del freestyle como Kapo 013. Nació el 8 de mayo de 1991 en Barcelona y empezó en 2008 a participar en batallas de gallos regionales. Su amor por el rap surgió cuando era muy pequeño y a día de hoy es una de las personas que más sabe de free en nuestro país.
El 30 de marzo salió a la venta su primer libro ‘Amor y dolor riman siempre’ y en él habla, precisamente, de su amor por el freestyle. Desde que era muy pequeño ha estado en contacto con el rap, ya que este género llegó a su vida por sus colegas del barrio y vecinos que le ponían algunas canciones, también gracias a su padre que trabajaba en esa época como productor musical de eventos y era por eso que le llegaban a su casa muchas maquetas de grupos de rap que estaban empezando entonces.
En Yasss, hemos hablado con él y nos ha contado no solo lo mucho que le ha removido escribir su libro, para lo que ha tenido que hacer un ejercicio de introspección enorme, sino también de su relación con Ibai o del hate que ha recibido a lo largo de su carrera.
Bruno siempre había soñado con escribir un libro, así que pudo hacerlo realidad con ‘Amor y Dolor riman siempre: “Yo ya había tenido intenciones en algún momento de mi vida hacer algo así, pero no desde la óptica que está escrito este. Yo había pensado hacer algo de ficción, una novelita corta igual sí que tocando temas del mundo del free, pero nunca tratado de una manera tan analítica y personal, tan de abrirte en canal en las páginas”. Lo que no esperaba tampoco Kapo es que esa oportunidad le llegase “tan pronto”.
Escribir un libro no es nunca una tarea sencilla, pero mucho menos si este habla de ti, de todo lo que has vivido, lo bueno y lo malo: “El escarbar en los momentos buenos y en los más complicados de digerir y, sobre todo, el hecho de tener que transformar esas emociones, esos recuerdos en palabras concretas para que sean lo más reveladoras posibles para el lector es un ejercicio difícil. Es muy satisfactorio una vez hecho, pero el durante es como estar descosiendo una herida para mirar qué hay dentro.
Aunque el freestyle es el tema sobre el que se construye el libro, no hay que ser un amante de este para que te enganche; es más, Kapo se ha sorprendido de la cantidad de gente a la que no le interesa el rap, lo ha leído y le ha “flipado”.
“Ser freestyler es una mierda”, no lo decimos nosotros, sino el propio Kapo que llama así a uno de los capítulos de su libro, para sorpresa de sus seguidores: “Cualquier profesión que dependa del rendimiento competitivo, los altibajos emocionales, la capacidad de soportar la presión, la expectativa del público… No es algo agradecido”.
Sin embargo, es cierto que cuando eres un tenista de élite o un futbolista de primera división “todo eso está compensado, entre comillas, tanto con la garantía económica que tienes como con equipos de profesionales que te ayudan a soportar esta carga. En el freestyle hay mucha gente que igual es el sexto mejor del mundo en la disciplina que gana lo mismo que ganaría yo trabajando en una papelería de mi barrio y que no tiene ningún apoyo más que el que él se busque”.
“Que medio millón de personas al día estén opinando de tu desempeño, muchas de ellas sin ningún tipo de cuidado ni miramiento y tú en realidad te estés dejando la piel y alma para estar ahí es muy poco agradecido”, asegura Kapo.
Para el youtuber, abrirse camino no ha sido una tarea sencilla, tampoco lidiar con los comentarios que recibe (aun a día de hoy) de los haters: “El último episodio fuerte que tuve fue la semana de la salida del libro, di una opinión en un vídeo de mi canal de YouTube sobre una batalla medio polémica que había habido, otro creador de contenido cogió mi opinión, hizo un vídeo sobre ella descuartizándola. Ese tío tiene un fandom terroríficamente agresivo y yo cada vez que publicaba cualquier cosa del libro igual había 80 comentarios insultándome”.
Este tipo de comentarios, según asegura Kapo, cuando estás en un momento de nerviosismo como es la presentación de tu primer libro te afectan “y es complicado de llevar, la verdad es que es un mundillo para el que hay que tener aguante mental, autoestima y saber mirar hacia otro lado cuando enfrente solo tienes tormenta porque si no te ahogas”.
El mundo cambia muy rápido, internet más aún. Estamos en constante cambio y esto es algo que ha experimentado también el freestyle desde que surgió hasta ahora: “Ha pasado de ser una disciplina de cuatro frikis, cuatro chavalillos que nos apasionamos por ello que si no había nada lo montábamos nosotros, a ahora que cada semana hay cinco eventos diferentes de free en ocho países de habla hispana, la gente paga por ir a ver los eventos en estadios, hay mil canales de YouTube… En ese sentido el cambio es absoluto”.
A la hora de improvisar también ha habido un cambio, se ha tecnificado más, “para mí es un poco menos espontáneo y es más profundo en análisis”, lo que hace que sea más inaccesible para un espectador que nunca ha visto free.
Para el competidor este cambio también es muy evidente, ya que antes “te tenías que gastar 80 pavos que no tenías en pillarte un bus e irte a la otra punta de España y dormir en casa de alguien que conoces de un foro y ahora los freestyler profesionales están todos en el hotel, concentrados y pensando solo en la victoria. Yo antes pensaba más en la fiesta que me iba a pegar en Málaga si había un evento allí que en ganar”.
Si alguna vez has visto una batalla de gallos y no ha sido en directo muy probablemente haya sido a través de YouTube, el free y esta plataforma han estado muy hermanadas desde el inicio de esta disciplina nos confirma Kapo: “Desde el día uno ha estado muy interconectado, hay que pensar que YouTube en España aparece en 2005/2006 y uno de los primeros vídeos virales de la plataforma es una batalla de gallos”. El free “es una de las primeras industrias televisables que tienen YouTube como hogar”.
Y, hablando de YouTube, Kapo dedica en su libro un capítulo entero a Ibai Llanos, el que es sin duda el streamer español del momento con el que tuvo la oportunidad de trabajar y al que guarda un cariño inmenso: “Para mí Ibai ha sido una apertura de ojos absoluta, cuando uno tiene la suerte de trabajar y compartir tantas horas al día con él durante el paso de él ser muy conocido dentro de los eSports a ser muy conocido a nivel planetario, vivir esa transición de cerca y ver un poco su toma de decisiones, su forma de gestionar las cosas es como un máster espectacular porque yo aprendí muchísimo de él sobre todo por la parte humana”.
A día de hoy, Kapo e Ibai siguen manteniendo esa amistad, pero es cierto que el vasco trabaja tanto que les es muy complicado verse; a pesar de ello, Kapo fue uno de los invitados a la Velada del Año 2 que desfiló por la alfombra roja, junto al futbolista Borja Iglesias antes de que comenzara el evento.