"Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma". La frase, ya icónica en el legado cinematográfico de Pedro Almodóvar, la dice Agrado (Antonia San Juan) en la película "Todo sobre mi madre" (1999). Y si algo ha tenido claro siempre Daniela Requena es que vivir en un cuerpo que no te pertenece es frustrante. Por eso, esta joven valenciana de 31 años considera fundamental mostrar historias positivas de personas transexuales, como la suya, para que desaparezca el miedo entre aquellos que aún no se han decidido a dar el paso.
Su testimonio ha quedado ahora recogido en el libro "Mamá, soy mujer. Diario de una chica trans" (Planeta), donde comparte la historia de su vida al igual que viene haciendo en redes sociales desde hace tiempo. Porque Daniela, además de escritora y activista, también es periodista y tiktoker con más de 800.000 seguidores. Desde su perfil, la autora normaliza y explica la realidad de las personas trans. Como ella misma expresa, "no estamos confundidas, ni perdidas, ni convencidas por agentes externos: las personas trans sabemos perfectamente quiénes somos casi desde que nacemos".
Por supuesto, su vida no ha sido todo de color de rosa. Durante mucho tiempo, Daniela ha tenido que sobrellevar con la mejor entereza posible el desconocimiento, la incertidumbre y los prejuicios sociales por ser una chica trans. "Pese a no tener ningún referente, yo siempre sentí que quería ser y mostrarme como una mujer. Con el tiempo, entendí lo que ocurría: yo ya era una mujer", cuenta en una entrevista a Yasss en la semana del Orgullo LGTBIQ+. "Deseaba, por todos los medios, ser una mujer, aunque ese sentimiento todavía estaba muy enterrado dentro de mí como algo incorrecto, que debía estar mal y a lo que por tanto debía renunciar", afirma. A pesar del desconcierto que sentía, pequeños detalles como empezar a usar maquillaje, mascarillas, tratamientos faciales y ropa talla ultra ceñida marcaban la diferencia para lograr que la imagen que el espejo devolvía se convirtiera en la deseada. Como decía La Agrado en su memorable monólogo.
Así llegó el despertar sexual, los primeros hombres y cómo contárselo a sus padres. "Para mí fue la parte más complicada. No por miedo al rechazo, porque sabía que me iban a apoyar, pero no quería que sufrieran por lo que me pudiera pasar a mí. Afortunadamente ha quedado todo en una anécdota, porque mis miedos no tenían fundamento", explica.
¿Y cuenta a sus ligues que es una mujer trans? "Yo si conozco a un hombre y me pregunta si es trans digo que sí, pero no lo voy diciendo como carta de presentación. Cuando yo decido, lo cuento", asegura. Daniela no tiene reparos en hablar en su libro de sus experiencias sexuales o gustos, así como tampoco en el tipo de hombre que le atrae. "Me gustan los cayetanos, ¡qué le voy a hacer! Me gustan los pijos de derechas", dice entre risas.
Aun con ciertas dificultades, Daniela ha conseguido mantenerse fiel a sí misma en todo momento. A los 21 años, sin embargo, tenía claro que la sociedad todavía la veía como a un chico y que los documentos legales también lo hacían. Una forma de reducir ese sentimiento de frustración, por no presentarse como mujer, era refiriéndose a sí misma como 'Dani' y tratando de emplear palabras en frases donde no se reflejara su sexo. Así, sin darse cuenta, había comenzado su transición emocional, que es casi más importante que la física. A los 24, se tomó las primeras hormonas.
Daniela ha caminado a ciegas en su camino para sentirse una mujer plena dados los pocos referentes que existían. "Cuando yo era niño sólo tenía a la Veneno y a Bibiana Fernández como ejemplos, y yo no me identifico con ninguna de ellas. Creo que ahora el mundo trans está empezando a ser más visible y a alejarse del estigma social al que siempre se ha asociado, pero queda mucho recorrido para igualarnos al mundo homosexual y al mundo cis hetero", expresa.
Por ese motivo, a través de su cuenta de TikTok da respuesta a las preguntas que sus seguidores le formulan. "Es la plataforma ideal porque hay mucha gente joven y alguna persona puede sentirse en la misma situación que estaba yo en esa edad. Cuento mis experiencias de una manera muy natural respondiendo a todas las preguntas, sin omitir nada", expresa. ¿Las cuestiones más comunes? "Si tengo placer en mis relaciones sexuales, cuál es mi tratamiento hormonal y si les cuento a los chicos si soy trans antes de mantener sexo", detalla.
Daniela tiene claro qué mensaje quiere trasladar a alguien que esté dudando sobre si transicionar o no. "Yo le diría que, por favor, no tuviera miedo a ser quién es porque vida hay solo una y hay que ser feliz", asegura.
En el plano político (no olvidemos que Daniela es secretaria de LGTBI y diversidad del PSPV-PSOE), la joven se alegra de que el Gobierno haya sacado adelante la ley trans que incluye la autodeterminación de género. "Los genitales no definen el género ni el sexo de una persona. Y tampoco nadie nos puede autorizar o no a ser quienes queremos ser. El mundo hetero no ha tenido nunca que pasar por ningún tribunal psicológico", espeta, en una línea muy diferente a la manifestada por Jedet en un programa de televisión. Y cree que esta ley abre la puerta a un futuro más igualitario. "Ojalá dentro de cuarenta años un hombre no tenga miedo a decir que mantiene una relación con una mujer trans, que todos seamos libre y que nadie tema ser quien quiera ser. Que disfrutemos y seamos felices", añade.
Antes de terminar la entrevista, le preguntamos por sus meses de redactora en el programa Sálvame de Telecinco. Daniela nos vuelve a sorprender con su respuesta. "Tuve algún lío amoroso que otro por los pasillos de Mediaset", asegura. "¿Con famosos?", le insistimos de forma curiosa. "Sí, hay salseo. Pero, para saber más, tendrás que leer mi libro", zanja con una sonrisa pícara.