Las chicas de la banda rusa Pussy Riot, seguramente el grupo musical más odiado por Vladimir Putin, están en España. A través de sus actuaciones luchan por la libertad, el feminismo y los derechos humanos. Ahora llevan su mensaje de gira por Europa, después del peligroso periplo de alguna de sus integrantes para huir de su país
En un país como Rusia, el activismo se ha convertido en su forma de vida. En el tobillo de una de ellas se ve una pulsera de arresto domiciliario, la prueba de que para protestar allí hay que tener mucho más que agallas.
Una de sus integrantes fue arrestada hasta en 6 ocasiones en el último año. La última vez logró burlar a la policía y salir de casa disfrazada de repartidora de comida a domicilio.
Ahora, de gira por Europa, las Pussy Riot alzan su voz contra Putin. Empezaron a hacerlo hace una década en la plaza Roja y ni los dos años de prisión a los que fueron condenadas por una acción en el interior de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú les ha disuadido de su particular batalla.
Ellas aseguran que seguirán haciéndolo hasta que su país, Rusia, se pueda vivir en libertad.