“La niña de 9 años sonríe. La de 14 llora de la emoción. La de 20 no se lo puede creer. La de hoy se siente agradecida y orgullosa de haberse dejado la piel y entraña en cada página”. Esas eran las palabras de Mara Jiménez (@croquetamente__) al anunciar en Instagram la publicación de su primer libro ante la atenta mirada de su “comunidad de croquetillas”. Sentía emoción al poder mostrar el fruto de un trabajo duro y de muchos meses, pero cierto vértigo ya que en ‘Acepta y vuela: de odiarme a aceptarme sin medida’ (Ediciones B, 2022) no hay vivencia que deje en el tintero.
Sus experiencias vitales son duras, pero de todas ellas se puede aprender también. Imposible no hacerlo con su don para la comunicación y capacidad de hacer llegar el mensaje, que no siempre es agradable, de la manera más fácil. Tanto, que no hace falta haber vivido lo mismo que ella o ser un especialista en el tema para empatizar hasta el extremo.
Mara Jiménez es artista multidisciplinar (cantante, actriz, creadora de contenido y escritora) y se hizo viral en redes sociales por sus ingeniosos vídeos titulados "Gente gorda haciendo cosas" en los que simulaba ser una teleoperadora que recibía las críticas de gente básicamente gordófoba. ¿El motivo por el que triunfaron sus pequeñas escenas en TikTok? El humor que abundaba en sus respuestas y el aprendizaje implícito que iba en ellas.
Por supuesto, el éxito de estas escenas cómicas y reivindicativas la hicieron crecer en tiempo récord y, aunque muchos de sus seguidores la aplauden aun hoy en día, también cuenta con un sector importante de haters que creen que lo que hace es realmente “apología de la obesidad”: “Nadie ha decidido engordar después de ver mis vídeos”, responde ella con cierta ironía.
Mara cuenta en su libro los trastornos de conducta alimentaria (TCA) que sufrió, así como el bullying, la gordofobia y cómo trabajó de duro para superar su baja autoestima: “La relación con mi cuerpo es preciosa en la actualidad”. A pesar de ello, insiste en la importancia del cuidado de la salud mental y el acompañamiento que debemos hacer los demás si tenemos un familiar o un amigo que está pasando por un momento complicado: “La salud mental no puede ser juzgada, necesita escucha”.
Entre los episodios más difíciles del libro, están aquellos en los que la autora cuenta abiertamente la depresión que sufrió y se atreve a verbalizar los pensamientos suicidas que tuvo: “No compartí mis pensamientos suicidas porque no me sentí comprendida. Antes no le encontraba sentido a vivir, sin embargo, ahora amor estar viva”.
Mara asegura que el humor fue durante mucho tiempo una herramienta de supervivencia y ahora lo usa para que el mensaje cale de manera más fácil y se expanda cada vez entre más personas. Aunque el reconocimiento le ha venido un poco grande y ha tenido que trabajarlo, afirma que no va a cesar en el empeño de conseguir un espacio seguro en redes sociales.
Por más gente como Mara Jiménez.