Los coches con cambios automáticos han evolucionado mucho en los últimos años. A priori se trata de vehículos más fáciles de conducir, ya que no hay que pisar ningún embrague y solo tienes que centrarte en acelerar o frenar. Aun así, es importante conocer bien su funcionamiento, ya que puede costarte adaptarte a él y un fallo puede resultar fatal, como en el atropello mortal a una niña de 6 años en Madrid.
Las funciones básicas que debes saber de este tipo de coches, recogidas por el Real Automóvil Club de España (RACE), son:
Lo más importante y distinto del vehículo de marchas tradicional es la palanca de cambios. Es necesario aprendértela para conocer las cuatro posiciones que tiene:
Una vez conoces ya el funcionamiento de la palanca de cambios, llega la hora de la conducción. Aquí también tendrás que adaptarte a no tener que pisar el embrague, algo que al principio puede resultar muy extraño.
En el modo automático el coche elige el tipo de marcha en función de la velocidad a la que vayas. Una vez que hayas estacionado el vehículo, desde RACE recomiendan primero activar el freno de mano y después activar la palanca en la función P. Si primero activas la posición antes del freno de mano el coche puede sufrir daños.
En un túnel de lavado, la palanca de cambio debe estar en posición N para que el coche pueda moverse por los raíles del túnel, al igual que si necesitas ser remolcado.