Cómo quitar la carbonilla del tubo de escape según el truco de un mecánico

El mantenimiento de nuestro vehículo es importante por muchas cosas, siendo la primera de ellas que nos ayuda a mantenernos seguros. Un coche al que no se le hacen sus revisiones o que no es llevado al taller para subsanar los pequeños daños puede llegar a ser un peligro en carretera. Además, cuidarlo como debe hacerse también ayuda a que dure más tiempo y eso, a la larga, supone un gran ahorro económico. 

Ese ahorro no se nota tanto si tenemos que llevarlo al taller cada poco tiempo, algo que no es raro, pues, a pesar de lo sencillo que parece en las películas y la tendencia que se tiene a abrir el capó, la mayoría de las ocasiones es un gesto vacío y, ante un problema mecánico, no tenemos ni idea de cómo subsanarlo. Ponerlo en manos de profesionales es la mejor idea casi siempre, porque ellos sí que saben poner remedio a los problemas que tenemos. 

Así, hay daños que solo ellos pueden arreglar, pero por suerte también hay muchas cosas que el propietario puede hacer por su cuenta para un correcto mantenimiento del coche y aprender a hacerlas bien, sí que supone un ahorro. Una de estas cosas es quitar la carbonilla al tubo de escape. 

Cómo quitar la carbonilla del tubo de escape según el truco de un mecánico

La carbonilla se forma a causa de la combustión de la gasolina y el diésel, produce residuos que, con el paso del tiempo, se van acumulando en la cámara de combustión y en las zonas por donde pasan los gases de escape, que se van “endureciendo, formando una capa que obstruye la punta de los inyectores, gripa los segmentos y empeora la estanqueidad de las válvulas”, explican desde las redes sociales de ‘A pie de taller’, una cuenta en la que comparten detalles sobre el trabajo que realizan en el taller. 

En el taller emplean una máquina que en pocos minutos hace el trabajo gracias a la electrólisis del agua. La máquina “genera una mezcla de hidrógeno y oxígeno, que se transforma en vapor de agua a alta presión y elimina las incrustaciones de carbonilla allá por donde pasa” explican. Esto es necesario hacerlo en el taller, pero no es la única manera de evitar que la carbonilla se convierta en un problema. 

Un truco que podemos poner en práctica sin tener que llevar el coche al taller es buscar con la conducción elevar la temperatura del caudal de gases, haciendo así que las partículas acumuladas en el filtro se quemen, lo que hace que se elimine parte de la carbonilla, para ello se puede circular unos treinta minutos a 60 km/h con un régimen de giro alto que supere las 3.000 rpm, según explican en Centímetros cúbicos, complementándolo con varios acelerones hasta el corte. 

Existen también productos específicos que ayudan a limpiar el motor y hacer que la acumulación de residuos sea menor. En cualquier caso, lo mejor siempre será acudir al taller para el proceso de eliminado de la carbonilla, que suele tener un coste de entre 50 y 100 euros.